Bolsa, mercados y cotizaciones

China extiende su poder económico en Brasil con inversiones y comercio

Interesada en garantizarse el abastecimiento de materias primas, China extiende su poder económico en Brasil, donde ya ha adelantado a Estados Unidos como primer socio comercial y acaba de ponerse a la cabeza de los inversores, revela un estudio del Consejo Empresarial Brasil-China divulgado el miércoles.

"América Latina es la última frontera que despierta gran interés de China y Brasil es la locomotora en esa relación", declaró la subsecretaria general para Asia del ministerio de Relaciones Exteriores brasileño, Edileuza Reis, en un seminario sobre la relación binacional, a menos de un mes del viaje de la presidenta Dilma Rousseff a Pekin.

La explosión de inversiones chinas en Brasil -un país que acaba de descubrir gigantescas reservas petroleras y es uno de los grandes productores mundiales de materias primas- ocurrió en 2010. "Hasta 2009, Brasil tenía más inversiones en China que China en Brasil", recordó el director de Promoción Comercial del ministerio de Relaciones Exteriores brasileño, Norton Rapesta.

El estudio del Consejo Empresarial Brasil-China destaca que en 2010, las empresas chinas anunciaron inversiones por valor de cerca de 30.000 millones de dólares en Brasil, de los cuales 8.600 millones todavía están en negociación.

Los sectores de energía y minería concentran el 90% de esa inversión. Otra área creciente ha sido la compra de tierras brasileñas para la agricultura, principalmente para producir soja. Esos tres productos: petróleo, mineral de hierro y soja, prácticamente totalizan las exportaciones de Brasil a China. En resumen, China busca en Brasil "una base para el abastecimiento de recursos naturales", señala el estudio.

Los datos de la expansión china son evidentes también en Comercio (ICOMERC.MC) Las exportaciones de Brasil a China pasaron de poco más de 1.000 millones de dólares en 2000 a 30.785 millones en 2010, mientras las compras que Brasil hace a China pasaron de 1.200 millones a 25.593 millones en ese período. Con esa velocidad, China se convirtió en 2009 en el primer socio comercial de Brasil, superando a Estados Unidos. Y entre 2009 y 2010, el comercio bilateral aumentó un 52%.

La preocupación de Brasil es revertir a su favor esa expansión económica, con más inversión brasileña en China, introduciendo más productos manufacturados en las exportaciones y consiguiendo que los chinos inviertan más en la industria brasileña y menos en sus sectores básicos. Es una labor para la presidenta Dilma Rousseff, que del 10 al 15 de abril realizará un viaje oficial a China, ascendida por su flamante gobierno a una de sus prioridades de política exterior.

"Queremos incluir más productos de alto valor agregado en el comercio con China, necesitamos también diversificar las inversiones en China", dijo la subsecretaria brasileña para Asia. "Tenemos un problema cambiario" -que Brasil achaca al dólar y al yuan poco valorizados frente al superapreciado real brasileño-, añadió la funcionaria.

La industria brasileña es la que más reclama del avance chino, que le quita competitividad dentro y fuera del país y que comienza a pesar en sectores de gran importancia económica como la industria automotriz brasileña.

Un reciente estudio de los industriales brasileños revela que una de cada cinco empresas brasileñas importa productos chinos como base para su producción, el doble que en 2006, lo que muestra la fuerte penetración de China en la cadena productiva brasileña.

La industria brasileña "fue remodelada en los años noventa para competir con Estados Unidos y Europa, y ahora se ve en el vacío" con esa competencia, resumió Antonio Barros de Castro, consultor del Consejo Empresarial binacional.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky