París, 11 oct (EFECOM).- El presidente del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, defendió un euro fuerte y la acción del Banco Central Europeo (BCE) ante las críticas de los responsables franceses, a los que instó a reducir el gasto público para cumplir sus compromisos en materia de déficit público.
En una entrevista publicada hoy por "Le Monde", Juncker dijo que coincide con el Gobierno alemán en que prefiere "un euro fuerte capaz de compensar el alza del petróleo, a un euro débil. Pero de ahí a decir que cuanto más fuerte sea el euro mejor será para la economía europea, hay un paso que no daré".
Defendió al presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, de las críticas del presidente francés, Nicolas Sarkozy, por su política de tipos de interés y por las medidas que tomó para contrarrestar los problemas de liquidez derivados de la crisis hipotecaria en Estados Unidos.
El primer ministro luxemburgués, que dijo haber estado en contacto "muy frecuente" con Trichet durante la gestión de esa crisis este pasado verano, rindió homenaje a su acción, que calificó de "ejemplar".
"Todo el mundo debe entender que la política monetaria se hace para el conjunto de la zona euro, y que no puede hacer concesiones a un país que manifiesta su sensibilidad con vigor", argumentó en referencia a la postura francesa.
El presidente del Eurogrupo -que reúne a los países de la zona euro- se quejó de que mientras el anterior Gobierno francés había prometido a sus socios de la moneda única que el año próximo reduciría su déficit público al 1,8% del Producto Interior Bruto (PIB), el nuevo Ejecutivo ha presentado un proyecto de presupuesto para 2008 con un déficit del 2,3% del PIB.
Por eso, instó "de forma resuelta" a Francia para que "reduzca el nivel de su gasto público, que es el más importante de la Unión en proporción del PIB" y dijo querer creer que París hará todo lo posible para llegar al "déficit cero" en 2010, tal y como se lo afirmó el propio Sarkozy en julio.
Una alusión indirecta a las prioridades del presidente francés, que se niega a aplicar medidas de rigor y ha dejado el objetivo del "déficit cero" para 2012, salvo si las condiciones son favorables para conseguirlo dos años antes.
Preguntado sobre la posibilidad de que la Comisión Europea lance una recomendación política por el incumplimiento por Francia de sus promesas sobre la reducción del déficit, Juncker respondió que el Ejecutivo europeo es libre de recurrir a los instrumentos de que dispone.
Pero tras recordar que ya se había lanzado una advertencia precoz a Francia cuando se reformó el Pacto de Estabilidad, manifestó sus dudas sobre la utilidad de una "sobre-dramatización de un conflicto presupuestario que, espero, se va a reabsorber en los próximos años".
El responsable del Eurogrupo, al que Sarkozy acusó a mediados de septiembre de no haber tomado ninguna iniciativa para contrarrestar la apreciación del euro frente a otras divisas, reconoció que la llegada de Sarkozy a la presidencia de Francia ha dado a su país "una visibilidad destacable".
Sarkozy -argumentó Juncker- "tiene la ventaja de hablar claro, lo que hace que los socios de Francia entiendan mejor qué quiere decir" y por eso prefiere sus formas "al estilo diplomático e hipócrita que hemos observado muy a menudo por parte de los predecesores" en la presidencia francesa. EFECOM
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