Bolsa, mercados y cotizaciones

Dónde estar cuando el mercado japonés regrese a la normalidad

Las crisis generan oportunidades y la de Japón, también. Mire a sectores como la construcción o el inmobiliario y a las empresas de crecimiento con altos dividendos: son las opciones.

Ha bastado menos de una semana para que los mercados hayan diversificado su foco de atención. Si hace tres semanas eran las revueltas en Oriente Medio, con la última parada en Libia, lo único que captaba la atención de los inversores, ahora es Japón o, más concretamente, el hecho de que el virulento terremoto se traduzca en una crisis nuclear mundial, lo que está llevando a muchos a reducir su exposición a los activos riesgo por el miedo a que la crisis nipona termine no sólo dañando el crecimiento de la tercera economía del mundo, sino también al resto del planeta.

No en vano, según los datos de Credit Suisse, Japón aporta el 6 por ciento del PIB mundial, por lo que si la economía nipona se contrae un 3 por ciento -el peor de los escenarios- la previsión de crecimiento mundial podría reducirse en un 0,2 por ciento.

Es este miedo lo que explica la fuerte caída que han vivido los mercados durante la semana, que ha encontrado su máxima expresión en la bolsa japonesa.

El Nikkei ha retrocedido en las últimas cinco sesiones un 9,99 por ciento y el Topix, que incluye a las pequeñas y medianas compañías niponas, ha caído un 7,61 por ciento. Que estas caídas se queden en algo meramente puntual o que se prolonguen en el tiempo depende en gran medida de que se confirme que estamos ante una crisis nuclear.

Pero lo que está claro es que si la situación tiende a la normalización, los inversores que piensen en el largo plazo tienen ante sí una gran oportunidad de arañar rentabilidad a su cartera invirtiendo en acciones japonesas.

Un Nikkei a precios muy baratos

Una oportunidad que es, además, histórica, ya que el Nikkei nunca había estado tan barato en términos de PER (número de veces en que el beneficio está contenido en el precio de la acción). "El PER está por debajo del resto de los mercados por primera vez en la historia ", afirma Credit Suisse.

Quizá por ello no son pocos los gestores, el gurú Jim Rogers incluido, que recomiendan aprovechar los descensos que ha sufrido el mercado nipón para tomar posiciones.

"Creemos que las correcciones responden sólo a factores cortoplacistas, por lo que son una buena oportunidad para crear valor una vez se relaje el mercado", afirman en Oaktree Funds. Un mercado que, por primera vez en mucho tiempo, contaba ya con el beneplácito de los gestores -la última encuesta de Bank of America Merrill Lynch afirma que el 8 por ciento de los gestores sobrepondera Japón en sus carteras, la cifra más alta desde abril de 2010-. Y también de los inversores extranjeros que, según Citi, llevaban siendo compradores netos de acciones japonesas desde hace 18 semanas.

Y aunque como siempre se ve en los folletos de los fondos, rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras, no está de más analizar qué tipo de fondos y sobre todo qué sectores pueden sacar partido si el mercado se reencuentra con la normalidad. Y qué mejor manera que recordar lo que hizo éste tras el terremoto de Kobe.

Según los datos de Citigroup, durante los doce meses que siguieron a ese seísmo sectores como el de la construcción y el inmobiliario rebotaron un 14,2 por ciento y un 6,5 piro ciento de media; y otros como el del consumo interno o los servicios financieros repuntaron un 6,6 por ciento y un 13,6 por ciento, respectivamente.

Y algunas de estas reacciones ya se han empezado a ver en los últimos días. De hecho, las compañías de construcción e ingeniería que integran el Nikkei han rebotado un 1,62 por ciento de media y algunas como la cementera Sumitomo Osaka o Kojima acumulan rentabilidades superiores al 10 por ciento en la última semana.

"El sector de la construcción se comportó mejor que el Topix durante el año siguiente al terremoto de Kobe debido a la expectación de un aumento de la demanda de la construcción para reconstruir los edificios dañados durante el seísmo", afirman en Citi. Y Dexia calcula que el presupuesto que el Gobierno destine a la reconstrucción del país ascienda a los 3 trillones de yenes (26.000 millones de euros aproximadamente) a corto plazo.

La mejor vía que tiene el inversor de beneficiarse del esperado rebote de este tipo de compañías es a través de fondos sectoriales de infraestructuras que tengan mayor peso en el mercado japonés. Algunos ejemplos son productos como Clariden Leu (Lux) Infrastructure B o Robeco Infrastructure Eq I EUR, que invierten más del 6 por ciento de su cartera en compañías de infraestructuras japonesas, según los datos de Morningstar. La misma evolución es la que pueden mostrar las compañías inmobiliarias con negocio en la zona.

Otro de los sectores que también pueden repuntar al calor de una recuperación nipona es el de consumo. Si bien las compañías de consumo de lujo se han visto fuertemente penalizadas en el parqué, sobre todo aquellas que tienen en Japón a uno de sus principales mercados, la historia dice que a medio plazo es más factible que repunten a que sigan cayendo.

"La demanda de acciones defensivas, como las de alta tecnología y las de consumo, también se comportarán bien", aseguran en Citi. Dentro del universo de fondos que invierten en el sector de consumo son productos como SSgA Consumer Discretionary Index P o ING (L) Invest Consumer Goods X los que más se beneficiarían de una recuperación japonesa, ya que su exposición a ese mercado supera el 15 por ciento de su cartera.

Además, éste último incluye en cartera a compañías ligadas al consumo de bienes de primera necesidad, lo que le permite acumular una rentabilidad anualizada del 4,80 por ciento en los últimos cinco años, el segundo más rentable de su categoría.

Este tipo de productos permite al inversor acceder a un universo concreto y diversificar la exposición por país, pero también hay opciones para quien opte por una diversificación vía sectores que quiera invertir sólo en el país del Sol Naciente.

Y a este respecto la recomendación de los profesionales es clara: hay que seleccionar compañías de valor, es decir, aquellas con crecimientos sostenibles que suelen ofrecer también dividendos sostenibles en el tiempo. La historia vuelve a darles la razón ya que, en los doce meses siguientes al terremoto de Kobe, fueron las compañías incluidas en el grupo de valor las que más subieron.

Lo hicieron un 7,5 por ciento, frente al 1,8 por ciento de las compañías de crecimiento. Dentro de los fondos que invierten en grandes compañías (suelen identificarse éstas como compañías de valor) hay que destacar el comportamiento del fondo de Fidelity FF Japan Advantage A JPY, líder en rentabilidad a medio plazo, con un 11,8 por ciento de ganancias anuales en los últimos tres años y cinco estrellas por parte de Morningstar.

"La volatilidad seguirá un mes más, pero veo oportunidades porque las ventas están siendo indiscriminadas", afirma su gestor, Robert Rowland.

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