
Los empleados de la Comisión de Mercados y Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés) que pasaban más de ocho horas en la oficina visitando páginas web de contenido pornográfico así como muchos de los inquilinos de Wall Street, están de enhorabuena. Después de que Hugh Hefner decidiera privatizar su imperio erótico, Playboy Enterprises, el mercado norteamericano se había quedado huérfano de operaciones picantes con las que alegrar la vista.
Sin embargo, el letargo ha durado un suspiro. La compañía online FriendFinder Networks Inc ha presentado ya su solicitud ante la SEC para preparar su salida a bolsa, por lo que muchos inversores podrán hacerse pronto con un trozo de un imperio que no sólo incluye el grupo mediático de revistas pornográficas de Penthouse sino también el conjunto de páginas webs dedicadas a los encuentros y relaciones online así como videochats de alto contenido erótico.
Con esta decisión, la compañía vuelve a poner en marcha unos planes que descarrilaron allá por 2008, durante el punto álgido de la crisis, pero que ahora ayudarán a FriendFinder a financiar parte de su deuda que en estos momentos alcanza ya los 319 millones de dólares. Por aquel entonces, la compañía que opera portales como Amigos.com, AsiaFriendFinder.com, Cams.com, FriendFinder.com o SeniorFriendFinder.com, pretendía recaudar alrededor de 460 millones de dólares, una cantidad que más tarde se redujo hasta los 220 millones de dólares para finalmente posponer su estreno en el parqué.
Ahora su próximo despegue en la New York Stock Exchange va viento en popa. FriendFinder podría cotizar bajo el ticker FFN y tiene previsto sacar al mercado 20 millones de acciones, a un precio que oscilaría entre los 10 y 12 dólares por título. Los encargados de gestionar el proceso serán, según informó la compañía en un comunicado, Imperial Capital y Ladenburg Thalmann & Co.
¿Inversores puritanos?
De todas formas cabe preguntarse si el aparente puritanismo de muchos inversores institucionales a este lado del Atlántico casa con la industria pornográfica. Algunos brokers lo tendrán difícil a la hora de vender a sus clientes acciones de una compañía directamente relacionada con la industria pornográfica, por mucha diversidad que quieran aplicar a su portafolio.
Playboy, cuyos problemas llevaron a su fundador Hugh Hefner a recomprar acciones y privatizar de nuevo la compañía, no tuvo suerte durante su aventura bursátil. Muchos analistas que aunque la revista en sí no era considerada pornográfica, la posterior compra de canales de cable pornográficos como The Spice Network no terminaron de convencer a sus accionistas.
Veremos a ver qué ocurre, ya que dice el refrán que segundas partes nunca fueron buenas. Aún así, no cabe duda, de que la industria del sexo vende aunque muchos prefieran guardar en la intimidad de su alcoba o el ordenador de la oficina algún que otro rato de ocio pornográfico.