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Los temblores no cesan para las automovilísticas japonesas en los parqués

Unos pocos minutos fueron suficientes para desbaratar y poner patas arriba toda la economía y el aparato industrial de Japón. Ante la mayor reconstrucción en la que está inmersa la tercera economía del mundo, pocos sectores se libran de verse afectados en los parqués.

A pesar de ser un país predominantemente exportador, Japón se encuentra entre los mayores productores de automóviles del mundo y este sector es uno de los que se ha visto más dañado. El parón en la producción ya ha dejado su huella en la cotización de las principales automovilísticas a las que los inversores miran con desconfianza.

La caída en la demanda de petróleo, unida a las maltrechas infraestructuras del país, no contribuye a dar aire a un sector que ya antes del seísmo y posterior crisis nuclear se veía especialmente castigado por la subida del crudo. Así, las principales marcas japonesas están acusando las réplicas en los parqués desde el pasado viernes y empresas como Mazda o Mitsubishi se apuntan pérdidas superiores al 20 por ciento y otras como Toyota, Nissan o Daihatsu no consiguen despegarse de retrocesos superiores al 10 por ciento. Pero frente a las pérdidas que presentan las automovilísticas japonesas, el resto de competidores mundiales no parece beneficiarse de esta situación. En Europa la tónica general fueron las pérdidas y las alemanas BMW y Daimler se dejaron en los parqués más de un 4 por ciento y en Francia, Renault retrocedió un 1,6 por ciento tras desplomarse un 6 por ciento el pasado lunes.

Parón en la producción

Ante el panorama que se vislumbra, las grandes compañías automovilísticas ya han dejado claro que la actividad de producción se verá afectada en los próximos días. Toyota, el mayor productor de coches, ya ha estimado en un comunicado oficial que puede haber perdido la producción de 40.000 coches y se ha visto obligada a cerrar 12 plantas en el país. Nissan ha explicado que no abriría sus fábricas por lo menos hasta el próximo 18 de marzo. Este parón ya tiene cifras aproximadas de pérdidas. Según Goldman Sachs, en una información recogida por Bloomberg, los beneficios de Toyota se pueden ver reducido en 72 millones de dólares por cada día de parón. Nissan y Honda, aunque en menor medida, también verán recortado su beneficio. El colapso industrial que está teniendo Japón en los días siguientes al terremoto y posterior tsunami conllevará, según la firma de analisis Nomura un recorte del 0,3 por ciento de la economía del país.

Por si esto fuera poco, el parón en la producción puede dañar a la cotización de algunos metales indutriales. La plata y el platino, utilizados para la fabricación de dispositivos sobre el control de la contaminación en los automóviles, se resintieron ayer ante una posible disminución de la demanda.

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