Después de las catástrofes que escenificaron Australia y Nueva Zelanda a principios de este año, el terremoto de Japón ha vuelto a dañar la estructura de un sector considerado tradicionalmente como defensivo, el de las aseguradoras.
El principal temor de los inversores es que los pagos que tengan que afrontar estas compañías para cubrir daños afecten negativamente a su solvencia, y así lo están reflejando sus cotizaciones. Sólo en la sesión de ayer, el sector de aseguradoras fue de los que presentó peor comportamiento del Stoxx 600, sólo por detrás del sector utilities (ver páginas 6-7).
El conjunto de aseguradoras cedió en torno al 2 por ciento -cifra que asciende al 3 por ciento si se toma como referencia las 20 más capitalizadas del sector-, lastradas por el mal comportamiento de la británica Catlin y la alemana Munich Re. Ésta última se deja un 7,86 por ciento desde el viernes, como consecuencia de la combinación de dos factores. El primero, que justo el día anterior a que se moviera la tierra en Japón anunció que ya se había gastado una cantidad equivalente a dos tercios de todo lo que pagó en 2010 precisamente para cubrir las inundaciones en Australia.
El segundo, que esta reaseguradora es también una de las más expuestas al seísmo nipón: según un informe de UBS, la alemana podría afrontar pérdidas de hasta 40.000 millones de euros. "La partida máxima de Munich Re era de unos 2000 millones aproximadamente para cubrir catástrofes en Japón", explica la analista de Ahorro Corporación, Paz Ojeda, que añade: "Eso es directamente dinero que se va de la compañía, y tendrá efectos en su capitalización". No obstante, y por razones obvias, la compañía más penalizada de entre las grandes del sector durante la sesión de ayer fue la japonesa Tokio Marine Holdings, que se desplomó casi un 12,5 por ciento (ver gráfico). Amén de que ayer los inversores optaron masivamente por la toma de beneficios (ver información adjunta), tampoco ayudó el hecho de que, dentro del mercado japónes, el sector de seguros es el que ha mostrado mayor correlación entre las compras netas efectuadas por inversores extranjeros entre noviembre de 2010 y marzo de 2011 y el comportamiento de los precios de las acciones, según los cálculos que recoge Citigroup en un informe.
¿Resultarían afectadas las compañías españolas de seguros? Según Ojeda, el efecto sería nulo. "A Mapfre, si le viene algo, será a través de su reaseguradora, aunque su exposición se centra en Europa y las dos Américas". Sin embargo, el valor terminó la jornada con una caída del 1,76 por ciento.