La banca fue, en esta ocasión, el clavo ardiendo al que se agarró la bolsa española para evitar réplicas de los desplomes que se estaban produciendo en el resto del Viejo Continente. El Ibex 35 consiguió mantenerse en positivo con un alza del 0,17 por ciento, que le llevó a cerrar en los 10.415 puntos, aunque en algunos momentos las compras de los inversores elevaron al indicador hasta los 10.637 puntos. La relajación del riesgo país animó al sector a repuntar de media un 3 por ciento y a protagonizar, junto con las renovables, los ascensos más destacados de la jornada.
Mientras que el resto de los mercados siguió sufriendo las consecuencias del terremoto de Japón y las implicaciones que puede tener en el desarrollo de la economía mundial, la bolsa española -al igual que otras economías periféricas- se protegió de las pérdidas apoyándose en la aprobación del Pacto por el Euro del pasado viernes, que da el pistoletazo de salida para reforzar el fondo de rescate. "Los bancos son los principales tenedores de la deuda pública y tras la reunión del viernes, en la que se consiguió una mayor flexibilidad para que los países devuelvan las ayudas, el sector respondió positivamente", apunta Beatriz Tejero, analista de Sabadell.
Un respiro para el sector
La banca española es uno de los sectores más castigados por la presión que ha ejercido el mercado en él en los últimos meses. Sin embargo, la relajación en el mercado de deuda -hoy el diferencial del bono español frente a su homólogo alemán bajó, por primera vez desde febrero, de los 200 puntos básicos- y el refuerzo de 440.000 millones de euros que aprobó la Zona Euro para el fondo de rescate hizo que los analistas de JP Morgan también se hicieran eco del optimismo y revisaran su valoración sobre la banca europea, modificando su recomendación desde neutral a sobreponderar. Con este escenario, los inversores se lanzaron a comprar bancos, especialmente los títulos de Bankinter, que repuntaron cerca del 6 por ciento. BBVA y Santander también fueron algunos de los valores que mejor se comportaron en la jornada al revalorizarse un 3,4 y un 2,3 por ciento, respectivamente, lo que propició que el índice español -el mercado europeo más bancarizado- cerrara la jornada en positivo superando así los importantes descensos que experimentaron otros pesos pesados como Repsol y Telefónica. La apuesta por los bancos se extendió al resto del continente, ya que fue el único sector que consiguió cerrar en positivo con un tímido avance del 0,28 por ciento.
Otros mercados, por el contrario, no lograron escaparse de los números rojos. Los descensos que acumularon las compañías aseguradoras, como Munich Re y AXA, y las automovilísticas como consecuencia del terremoto de Japón penalizaron principalmente al Dax alemán y al francés Cac 40, que se dejaron un 1,65 y un 1,29 por ciento en cada caso.
No obstante, el desastre natural está generando ya reacciones en el mercado. El hundimiento de la economía japonesa -actualmente la tercera mayor del mundo-pone en duda la velocidad de la recuperación de las economías mundiales. "Parece poco razonable que el Banco de Japón inyecte cantidades masivas de dinero y los bancos centrales en Europa y Estados Unidos suban los tipos de interés de forma significativa. No parece que sea el mejor momento para cambiar el sesgo de la política monetaria más allá de un cuartillo de punto", explica Juan Ramón Caridad, director en España de Swiss &Global.