Bolsa, mercados y cotizaciones

La gran 'tecnología' tiene un potencial alcista del 16%

El sector es uno de los que mejor se comporta en el año y está eliminando el mal sabor de boca de algunos inversores, que aún muestran dudas de que pueda acabar en nueva burbuja.

Si he visto más lejos es porque estoy sentado sobre los hombros de gigantes", escribió Isaac Newton en una misiva remitida a Robert Hooke. A día de hoy los titanes empresariales de la renta variable estadounidense se encuentran por doquier, sin embargo, la sequía que marcó el vapuleado sector tecnológico del país, primero por el trágico final del boom de las dot.com y posteriormente por la intercesión de la mayor crisis financiera desde la Gran Depresión, parece haber llegado a su fin.

El Nasdaq Compuesto, que en estos momentos tontea con la cota psicológica de los 3.000 puntos, parece haber eliminado paulatinamente la aversión y el mal sabor de boca desarrollado hasta ahora por algunos inversores, todavía algo dubitativos ante la efervescencia del sector, que podría acabar en burbuja. Aun así, en lo que llevamos de año, las tecnológicas se relamen en las mieles del éxito, siendo el segundo sector que mejor se comporta por detrás del energético. Hasta la fecha el S&P 500 ha crecido alrededor de un 5,29% mientras el sector tecnológico lo ha hecho en torno a un 5,89%. Y los expertos aún ven recorrido. El consenso de mercado prevé un potencial alcista del 16 por ciento para las 20 mayores tecnológicas.

Al fin y al cabo, una década puede marcar toda una diferencia. A comienzos del 2000, los inversores de todo el mundo no eran capaces de saciar su sed y pagaban cualquier precio por tener valores tecnológicos en su cartera. Era por aquel entonces cuando Cisco Systems o Nortel cotizaban a un precio que multiplicaba por cien sus ingresos y ni siquiera eran las compañías más caras. Nortel desgraciadamente no vivió para contarlo y el precio de las acciones de Cisco ha caído alrededor de un 75% desde aquel entonces.

Aunque es bueno aprender de nuestros errores y no olvidar el pasado, es importante tener en cuenta que pese a las constantes subidas registradas por Apple, Amazon o Priceline, las tecnológicas todavía tienen mucho camino por recorrer antes de volver a situarse en los niveles de hace una década. El Nasdaq Compuesto tocó los 5,132 puntos en marzo del 2000 y descendió a los infiernos en octubre de 2002 cuando se desplomó hasta las 1,108 unidades, es decir, todavía estamos un 45% por debajo de la cúspide y la cima aún está lejos.

John Norris, gestor de fondos en Oakworth Capital Bank estima que "no se pueden establecer comparaciones con el boom del 2000". "Las valuaciones en estos momentos son mucho más realistas que por aquel entonces", añade.

Tomemos como ejemplo de referencia Microsoft. El valor del gigante mundial de software dista de los niveles registrados hace 11 años pese a que sus ingresos se han triplicado. De hecho, algunos expertos señalan que los inversores se muestran reticentes a incluir a este blue chip en sus portafolios pese a que, en estos momentos, es extremadamente barato. La compañía fundada por Bill Gates cuenta con más de 30.000 millones de dólares en efectivo, alrededor de 3,60 dólares por acción y sus títulos cotizan alrededor de los 27 dólares. Los analistas de Morningstar estiman que un precio razonable para la compañía está en los 32 dólares, por lo que todavía hay cabida suficiente para aprovechar el momento. Microsoft se encuentra en pleno ciclo de vida con Windows 7 y futuros proyectos como Windows Azure para aplicaciones en la nube prometen seguir generando fuertes ingresos para los inversores.

Otro caso particular es el de Hewlett Packard. Durante las últimas semanas, este valor se ha visto perjudicado por una previsión de crecimiento bastante cauta lanzada por su equipo y tras el desembarco de Leo Apotheke a su cúpula directiva. Así, este año debería registrar un beneficio por acción de 5,47 dólares por título mientras su nuevo capitán se negó a ofrecer previsiones más a largo plazo. Aun así no hay que olvidar que HP es un valor sólido que genera alrededor de 120.000 millones de dólares en ingresos al año.

Kaushik Roy, analista de Wedbush, aseguró en un informe que HP "está ganando terreno en mercados con un amplio margen de crecimiento, como el de servidores y redes mientras mejora su negocio de almacenamiento y de software".

Por su parte, Maz Jadallah, fundador de la consultora Alpha Clone, con sede en San Francisco, estima que otra compañía del sector por excelencia, Apple, "es un valor bastante barato en estos momentos con una gran cantidad de efectivo sin usar". Según explica Jadallah, "éste es uno de esos momentos extraños, el dinero inteligente mira directamente a los ojos de los inversores". La compañía de Steve Jobs opera en estos momentos en la cota de los 352 dólares por acción muy por debajo de su potencial, que Joseph Beaulleu, analista de Morningstar sitúa en los 460 dólares.

"Su sistema operativo para smartphones, iOS, acabará por convertirse en un duopolio junto al Android de Google y sus ordenadores Mac sólo suponen un 5% del mercado de los PC por lo que todavía tienen margen para postularse como la alternativa a Windows", asegura en una nota a sus clientes.

Otro valor a tener en cuenta es Baidu, la imparable locomotora asiática cuyos ingresos en 2009 crecieron un 200%. Pocos creían que esta velocidad de crucero sería sostenible, sin embargo, el año pasado repitió con un sólido incremento del 100%. La compañía posee el 64 por ciento del mercado de búsquedas online de China y su cotización actual ronda los 120 dólares, mientras el consenso sitúa su precio objetivo en los 140 dólares. Para Dick Wei, analista de JP Morgan, es muy importante tener en cuenta "que el mercado de búsquedas online en China podría alcanzar un potencial de entre 3.000 y 4.600 millones de dólares en 2013".

Para recapitular, Robert Buckland, director ejecutivo de estrategia global para Citi Investment, reconoció a elEconomista que las empresas ya asentadas del sector, como Google, Microsoft o Intel cuentan en estos momentos con " valoraciones que podrían considerarse bajas".

El miedo, de lado

Si echamos un vistazo al Tech Pulse Index que elabora la Reserva Federal de San Francisco, que mide en el tiempo la salud del sector tecnológico estadounidense, su incremento anual se situó en un 15% el pasado mes de febrero. Este indicador computa múltiples datos, desde contrataciones, inversiones en IT, consumo de ordenadores y software, así como producción y distribución entre otros factores. Según los economistas del banco central de la región, el crecimiento medio desde que se creó el índice ha sido del 19,4%. Una vez más se puede observar cómo la tecnología tiene todavía margen suficiente para crecer sin repetir los errores del pasado.

El optimismo comienza a implantarse poco a poco en los inversores del país. En un estudio realizado por la compañía de servicios financieros, Edward Jones, el 36% de los estadounidenses consideran que el sector tecnológico ofrecerá beneficios sólidos a sus inversores, por delante incluso del oro, que quedó en un segundo lugar con un 31%.

Las circunstancias han cambiado. El salvaje Oeste que rodeó a las tecnológicas a comienzos de siglo, cuando muchos todavía dudaban sobre la seguridad de realizar pagos online, ha desaparecido. Por supuesto que existen excepciones pero, en un momento en que algunos ya usan sus móviles para pagar sus cafés, compartir su vida a través de redes sociales o almacenar virtualmente el contenido de los discos duros de sus ordenadores, la tecnología está intrínsecamente relacionada a nuestras vidas.

Qué pasa con Facebook o Twitter

Para John Prestbo, director ejecutivo y editor de los títulos que forman parte de los índices Dow Jones, los precios de compañías como Facebook o Twitter en el mercado secundario "son una locura" y "esto no es bueno para el futuro". "Sólo porque Goldman Sachs pagó lo que pagó, no quiere decir que Facebook vale lo que piensa la gente", explicó a elEconomista. De hecho, dejó claro que "los precios en el mercado privado no van a traducirse en una nueva burbuja tecnológica". Este especialista considera que "la prueba de fuego llegará con su posible salida a bolsa, cuando todo el mundo tenga oportunidad de examinar sus cuentas". De todas formas, Prestbo dejó claro que "duda" que Facebook pueda correr la misma suerte que otras compañías como Google. "Desde mi punto de vista, Facebook carece de la misma sustancia que tuvo Google cuando comenzó a cotizar en bolsa", señaló. Al fin y al cabo en estos momentos el modelo de negocio de la red social carece de un equilibrio entre crecimiento y sostenibilidad, según muchos expertos.

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