MADRID (Reuters) - La policía francesa detuvo el martes en la localidad de Biriatou a Asier Tapia Zulaika, sobre quien pesaba una orden internacional de detención por su supuesta pertenencia a ETA y a la organización juvenil ilegalizada Segi, según fuentes de la lucha antiterrorista.
La fiscalía solicitó entonces la pena más alta: 111 años de prisión por integración en organización terrorista y ser el responsable de 17 delitos de daños terroristas y tres de incendios en domicilios particulares.
El joven donostiarra permaneció encarcelado en la prisión madrileña de Alcalá, y quedó en libertad en octubre de 2001 tras pagar una fianza de 30.000 euros.
