El grupo celebra hoy su 'Día de los Inversores', en el que pondrá al día el actual plan estratégico. Los bancos de inversión esperan una mejora del beneficio del 10% hasta 2012 si no hace compras
Si quiere invertir en crecimiento en un sector defensivo, Iberdrola es su eléctrica europea. De entre las seis grandes compañías privadas del sector por capitalización (E.ON, Enel, Iberdrola, RWE, National Grid y Endesa), la presidida por Ignacio Sánchez Galán es en la que, según las estimaciones del consenso de bancos de inversión, más crecerán sus ganancias entre 2010 y 2012. Concretamente, una mejora del 10%, por el 8% de Enel o el recorte de beneficio del 72 y 20% que se espera en Endesa y E.ON, respectivamente.
Un caso aparte son las utilities cuyo capital está mayoritariamente en manos públicas. Las expectativas para Électricité de France (el Gobierno francés controla un 84,5 por ciento de su capital) apuntan a que cuadruplicará su beneficio entre 2010 y 2012, pero también hay que tener en cuenta que los resultados de la francesa se han visto fuertemente deteriorados y que el próximo año ni siquiera alcanzará los obtenidos en 2009.
Algo que no ocurre en Iberdrola. La compañía ha logrado evitar una fuerte caída durante este periodo de crisis. El jueves publicó sus resultados de 2010, anunciando que su beneficio neto creció un 1,6%, hasta los 2.870,9 millones de euros, por encima de los 2.845 que estimaba el consenso de expertos que recoge FactSet. Y en dos años estas ganancias podrían superar los 3.150 millones de euros.
Lo importante es que más allá de los buenos resultados registrados por Iberdrola en 2010, es una empresa de la que se espera que siga siendo competitiva en próximos años. También lo será en cuanto a retribución al accionista. En general, las grandes utilities tienen rendimientos por dividendo muy interesantes y, aunque el estimado para Iberdrola es ligeramente inferior al de sus competidoras, se mantendrá este año por encima del 5%.
Si hay compras a la vista...
Iberdrola celebra hoy su Investor Day, en el que se espera que actualice su actual plan estratégico para los próximos años. Y si bien puede ser positivo, ya que arrojaría algo de visibilidad sobre la marcha de su negocio, también podría dar "detalles sobre los mercados que la compañía considera atractivos y está dispuesta a explorar", tal como señala Citi en un informe sobre su filial, Renovables.
Esto significa que existe el sentimiento en el mercado de que la compañía podría llevar a cabo inversiones. Por el momento, la estrategia que anunció Iberdrola hasta 2012 es mantener "una política de inversión flexible, acompasando las inversiones (previstas inicialmente en 16.000 millones de euros netas) al ritmo de generación de caja y de desinversiones (por importe de 2.500 millones de euros)".
Esto abre la posibilidad de que esas adquisiciones futuras, si llegan a ser de cierta envergadura, se realicen parte en efectivo y parte mediante la emisión de nuevos títulos. El motivo de que Iberdrola pudiera optar por esa solución mixta, aunque no ha sido el caso en las últimas operaciones que ha realizado (como la adquisición de la brasileña Elektro), es que le permitiría matar dos pájaros de un tiro.
Por un lado, conseguiría financiar compras sin engordar su deuda, que tras las adquisiciones realizadas y, pese a las desinversiones, aún supera en más de 3,5 veces su beneficio de explotación (ebitda). En este sentido, también jugará un importante papel la colocación de déficit de tarifa iniciada ya Gobierno, que se calcula en más de 5.200 millones de euros en el caso de la deuda acumulada con Iberdrola.
Y por otro lado, y muy importante, una ampliación ayudaría a diluir la participación que ostenta ACS en el capital (tiene alrededor del 20% de su capital) y alejaría a la compañía presidida por Florentino Pérez de su pretensión de controlar Iberdrola.
...podría diluirse el beneficio
Pero el anuncio de posibles inversiones en los próximos años es precisamente lo que jugaría en contra del accionista, en cuanto a beneficio por acción (BPA) se refiere, ya que en el caso de tener que realizar una ampliación de capital, lo normal es que la mejora del beneficio por acción quede en entredicho. A día de hoy, las firmas de inversión esperan que mejore un 11% en dos ejercicios, llegando a 0,57 euros por título en 2012.