Bolsa, mercados y cotizaciones

La tensión en Trípoli impulsa al crudo más allá de los 118 dólares

El precio del petróleo regresó ayer a un terreno que no pisaba desde antes de la quiebra del banco Lehman Brothers a mediados de septiembre de 2008, el acontecimiento que marcó un antes y un después en la crisis financiera hasta convertirla en histórica. Hoy el precio del barril de Brent se sitúa en los 118 dólares.

Otro suceso, igualmente histórico, aunque muy distinto, está devolviendo al oro negro por aquellos fueros. Se trata del recrudecimiento de la tensión en Libia, que ha acelerado exponencialmente la carrera alcista que venía protagonizando el petróleo desde el estallido de las revueltas en Túnez en diciembre.

El barril Brent, de referencia en Europa, se disparó un 6 por ciento y escaló hasta los 111,6 dólares. La cesta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) repuntó hasta los 104 dólares. Y el barril West Texas Intermediate (WTI), el clave en EEUU, se revalorizó un 7 por ciento y se estiró hasta los 100 dólares. Los dos primeros no estaban altos desde los niveles pre-Lehman y el tercero, desde las semanas posteriores a su caída.

Temor al contagio

La subida de ayer prolonga la ascensión del crudo. Desde el estallido de las protestas en Túnez, el Brent ha repuntado ya 20 dólares, aunque la mitad de este encarecimiento se ha concentrado desde la propagación de las revueltas a Libia a mediados de febrero. Esta aceleración responde a que el caso libio reviste una trascendencia superior para el mundo energético. En primer lugar, porque en enero bombeó 1,57 millones de barriles al día (mb/d), el 1,8 por ciento de la producción mundial y el 5,3 por ciento del cártel petrolero.

Con motivo de los disturbios, la capacidad productora libia se encuentra en peligro. Por el momento, varias petroleras han paralizado su actividad, hasta el punto de que ya se calcula que el 25 por ciento de la producción ya está parada. Para aplacar las tensiones, la OPEP, con Arabia Saudí a la cabeza, se ha mostrado dispuesta a abrir más su grifo con el fin de paliar la caída de la producción de Libia. En este sentido, el cártel tiene una capacidad adicional de bombear entre cuatro y cinco millones de barriles al día.

Además, los problemas en Libia calientan la escalada del crudo porque el mercado teme que las revueltas se propaguen a otros productores más importantes, como Arabia Saudí. "El peligro sigue siendo que la revuelta se extienda a los grandes productores del Golfo Pérsico, que por el momento no se ha producido y parece improbable", señala Miguel Ángel García, director de inversiones de banca patrimonial de Banca March. Y advierte: "Si se prolonga la situación actual, provocaría un aumento de la inflación general, una reducción del crecimiento y de los resultados de las compañías, pero no varía nuestro escenario central. Sería un petróleo a niveles superiores a 140 dólares durante un período prolongado el que cambiaría sustancialmente la situación actual".

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