RANGÚN (Reuters) - La junta militar de Myanmar parecía haber cortado el viernes el acceso público a Internet para impedir la difusión de más vídeos, fotografías e información sobre su ofensiva contra las mayores protestas contra el gobierno en casi 20 años.
Los ciudadanos han estado en primera fila para informar al mundo de la protesta contra los 45 años de gobierno militar y el empeoramiento en el nivel de vida de Myanmar, la antigua Birmania.
Los periodistas que cubrieron las últimas protestas de Myanmar en 1988, cuando el ejército mató a unas 3.000 personas, dijeron que esperaban un apagón en las comunicaciones, pero que no detendría el flujo de información.
El uso de la tecnología moderna por los manifestantes y las redes de noticias de los disidentes contrastan extremadamente con lo sucedido hace 19 años, cuando las informaciones sobre las víctimas que morían a manos de los soldados tardaron días en conocerse.
Las dramáticas imágenes de un fotógrafo japonés que murió de un disparo y de los soldados que marchaban en las calles, con los rifles preparados, han sido decisivas en la actitud internacional de rechazo y el clamor diplomático para que se detengan las atrocidades.