
"Sería complicado que Telefónica no se vuelva más agresiva en su política de adquisiciones el próximo año, más después de un 2007 en el que ha vendido más activos de los que ha comprado". Así de claro lo tiene Robert Grindle, experto en telecomunicaciones de Dresdner Kleinwort, quien está de acuerdo en que la digestión de pasadas compras ha tocado a su fin en la principal operadora española.
Los tiempos en los que el endeudamiento era el gran lastre de Telefónica <:TEF.MC:> son algo del pasado y la compañía española ha quedado al margen de las caídas durante la crisis hipotecaria estadounidense.
Excelentes previsiones
Esto se refleja en las previsiones de los analistas, que apuntan a unas cuentas mucho mejores de lo esperado en el conjunto de 2007. Así, el consenso de expertos que recoge FactSet calcula que Telefónica obtendrá un ebitda (beneficio bruto de explotación) de 22.700 millones de euros, un 18,7 por ciento más que en 2006. Mientras, los analistas que siguen la evolución de la operadora creen que su deuda neta se verá reducida en casi 5.000 millones de euros respecto a la del año pasado, hasta los 47.100 millones.
De cumplirse estas previsiones, el ratio deuda/ebitda -que refleja el número de años que tardaría una empresa en pagar sus compromisos financieros con su generación de caja bruta- sería de 2,08 veces a final de 2007, claramente mejor que las 2,5 veces que se marcó como objetivo César Alierta en la última conferencia de inversores de Valencia, en mayo de 2006.
Abanico de posibilidades
"Telefónica está cómoda con el nivel de 2,5 veces, así que lo normal es que use el dinero sobrante en adquisiciones y recompra de acciones", opina Javier Borrachero, director de análisis de ING.
Es decir, de cumplirse las previsiones del consenso, la operadora tendría 10.000 millones de euros para gastarse en el mercado. Desde Dresdner Kleinwort afirman que hay "muchas posibles operaciones en las que seguro que Telefónica estará interesada", aunque el mercado apuesta por tres objetivos.
El primero, el de la compra del capital que no controla en la operadora brasileña Vivo, anunciado abiertamente por Telefónica, aunque se trata de una opción que no acaba de ver Javier Barrio, director de ventas internaciones de BPI: "La operadora tendría que pagar una buena prima a Portugal Telecom por Vivo, la joya de la corona portuguesa y su puerta al exterior", apunta. Además, Telefónica está pendiente de la decisión del regulador brasileño acerca de su participación en Telecom Italia, que daría acceso a la española en la filial brasileña de la italiana, TIM.
Otra opción que no descarta el mercado es que César Alierta trate de adquirir Sogecable, de la que ya es accionista con un 16,7 por ciento del capital, para reforzar la cuota de abonados de Imagenio.
Además, Borrachero añade la posibilidad de que "busquen otras oportunidades en los países emergentes de Europa, donde se están viviendo algunas privatizaciones".
Los analistas también recalcan que Telefónica podría anunciar un nuevo plan de recompra de acciones. La operadora podría mejorar el que está en marcha, como en otras ocasiones, para realizar amortizaciones o entregar estos títulos a los accionistas. El director de análisis de ING calcula que podría ser por 2.000-3.000 millones.
Próximo capítulo: Londres
A parte de estas opciones, los analistas no descartan que la VI Conferencia de Inversores que se celebrará el 11 de octubre en Londres depare nuevas sorpresas a los inversores, como la mejora de dividendo que anunció el pasado miércoles. Tanto es así, que los expertos están empezando a elevar sus previsiones de remuneración para los próximos años.
Desde Morgan Stanley aseguran que lo más positivo en Londres sería un mensaje que uniese "flexibilidad financiera que permita futuras inversiones y una política de retribuciones más generosa". Por su parte, desde otras casas de análisis consideran que Telefónica podría anunciar planes para mejorar sus márgenes mediante una integración de sus negocios y el lanzamiento de nuevos productos.