Para jornada de emociones fuertes la que experimentaron las bolsas europeas en la jornada de ayer. Con el recrudecimiento de las tensiones en Libia como telón de fondo, los parqués europeos experimentaron fuertes altibajos que llevaron al EuroStoxx 50 a perder los 3.000 puntos y al Ibex 35 al borde de hacer lo mismo con los 10.600, aunque finalmente cerró en torno a los 10.700,. En esta ocasión el índice que experimentó una caída más acusada fue el francés Cac 40, que retrocedió un 1.15 por ciento. La cautela está marcando la tónica en la sesión de hoy, con los principales índices europeos prácticamente planos.
Los 10.600 son un nivel importante para el Ibex en el corto plazo pues su pérdida podría hacerle profundizar las caídas hasta los 10.200 puntos según el gestor Francisco López, de XTB. No obstante, el analista advierte que "hasta que no rompa claramente los 10.600 a la baja no se pueden ver cambios de tendencia en el Ibex, que en el medio- largo plazo sigue siendo alcista". Otras fuentes consultadas también expresaron la necesidad de mantener la prudencia: "Libia ha sido la excusa para perder los 11.000, pero el índice lleva así desde la mitad de enero. A día de hoy la estructura del Ibex como tal no es peligrosa, otra cosa es que nos podamos oler otras correcciones adicionales", afirma Eduardo Faus desde Renta 4, que añade: "El fondo del mercado es bueno, hay valores que siguen rompiendo niveles y quedan valoraciones atractivas. Todavía podía haber sorpresas alcistas en los márgenes". Con la caída de hoy, el Ibex 35 ya corrige un 3,7 por ciento desde los máximos del año.
Dos factores diferenciaron la jornada de hoy de la del lunes. El primero, los problemas técnicos que retrasaron la apertura de la sesión del italiano Ftse/Mib. Aun así tuvo tiempo para ceder en torno a un 1 por ciento, con la banca como el sector más castigado. El segundo factor, la vuelta a la normalidad del mercado norteamericano, después de haberse tomado el lunes festivo. Tanto Dow Jones como Nasdaq se movieron en negativo, aunque cabe destacar que en el primero las petroleras Chevron y Exxon Mobile fueron de las pocas que cotizaron al alza. Por su parte el índice de volatilidad VIX, de referencia en EEUU, repuntó un 27 por ciento.
Las consecuencias de estos enfrentamientos en Oriente Medio pueden tener muchas más consecuencias negativas en el ámbito internacional. "La revolución de Libia, un país que suministra el 2 por ciento de la producción mundial del petróleo, no es algo significativo pero abre las puertas a un posible contagio a Arabia Saudí, que produce el 15 por ciento del total, e incluso a China", explicó hoy durante un desayuno informativo el director de inversiones de BNP Paribas, Prem Thapar. El experto, además, considera que esta tensión tendrá un gran impacto en el futuro, puesto que puede generar en estos países necesidades de liquidez. "Venderían crudo a cualquier precio para cubrir esas necesidades, podrían provocar un aumento de la inflación y nos podríamos encontrar con algo similar a lo que ocurrió en Dubai", explicó, en referencia a la crisis que atravesó este emirato al pinchar la burbuja inmobiliaria, y que estuvo a punto de contagiar a otros países de la zona.
Panorama 'negro'
La inestabilidad en Libia, el noveno productor de petróleo entre los miembros de la OPEP (1,57 millones de barriles), explica que estén saltando las alarmas en los mercados de materias primas, especialmente en el petróleo. Los intensos bombardeos en Trípoli para derrocar a Gadafi y el temor a que las revueltas se extiendan a otras regiones capitales en la produccion de petróleo, como Arabia Saudí, llevó al crudo a marcar nuevos máximos en el Viejo Continente. Las tensiones en Oriente Medio provocaron que el barril Brent -de referencia en Europa- alcanzara hoy por la tarde los 106,9 dólares tras anotarse una subida de más del 1 por ciento. El precio más elevado desde septiembre de 2008 y casi un 13 por ciento superior al de principios del presente ejercicio, aunque llegó a moverse en una horquilla entre los 108,57 y los 105,56 dólares.
De hecho, existe el riesgo de un posible desabastecimiento en el suministro del crudo y de que si siguen las alzas en el petróleo genere posibles presiones inflacionistas que puedan afectar a la recuperación global hizo que el West Texas, el barril de referencia en Estados Unidos, repuntara más de un 6,5 por ciento, hasta los 91,83 dólares. Una divergencia de tan sólo 15 dólares con el Brent -normalmente ha sido de 2 ó 3 dólares-, frente a la brecha de 20 dólares que alcanzó la semana pasada.
La tensión en la zona trajo de vuelta el fantasma de la inflación y de la deuda soberana
