La presentación de resultados de la cadena de grandes almacenes no ha dejado satisfechos a los analistas que perciben el delicado estado del consumo en Estados Unidos. Las previsiones de beneficio para 2011 para Wal-Mart se situaban en los 15.700 millones de dólares y finalmente se superaron rozando los 16.400 millones, un 14 por ciento más que el ejercicio anterior.
Sin embargo, no todo fueron buenas noticias. La facturación en 2011 sólo aumentó en un 3,4 por ciento respecto al año anterior, reflejo del estancamiento de las ventas en Estados Unidos. Este dato tenía especial relevancia para los analistas ya que es un indicador del ritmo de recuperación del gasto de los consumidores norteamericanos a raíz del actual contexto de crisis económica.
Wal-Mart pasó de ser una de las recomendaciones de compra más claras a mediados de 2010 y desde principios de enero cuenta con recomendación de mantener por parte del consenso de analistas que recoge FactSet. La compañía presenta un precio objetivo de 60 dólares -hoy cotiza a 52- con un potencial alcista del 8 por ciento. Junto con Bank of America ha sido uno de los valores más penalizados de la sesión.
Radiografía del valor
