Las revueltas en Libia hacen temblar los mercados en Italia, el país europeo más vinculado al régimen de Trípoli.
Mientras el gobierno transalpino ayer pedía a Europa que no interviniera con sanciones en contra de Muammar al Gadafi, las repercusiones de la crisis ya habían cruzado el Mediterráneo: en la subasta de los bonos italianos a 10 años, los tipos subieron hasta el 4,83 por ciento (aumentando a 162 puntos básicos el diferencial con los bonos alemanes) y en Piazza Affari el Ftse Mib perdió un 3,59 por ciento, el peor resultado entre los índices europeos.
Entre los valores damnificados figuró la Juventus: en el equipo de fútbol la Libyan Arab Foreign Investment Company (Lafico) lleva tiempo deteniendo el 7,5 por ciento del capital. Ayer, los títulos de la Vecchia Signora bajaron un 3,34 por ciento, hasta los 0,86 euros, su precio más bajo desde octubre.
El país transalpino tiene intereses muy relevantes en Libia, su antigua colonia: en 2008 Berlusconi y Gadafi firmaron un "pacto de amistad" que prevé 5.000 millones de inversiones italianas, destinadas a la construcción de infraestructuras en el país africano, como indemnización de la ocupación colonial. Un plan que vincula Trípoli a encargar las obras a grandes grupos italianos, los mismos que ayer se vieron muy afectados en el parquet por las noticias procedentes de Libia. La firma más perjudicada fue la constructora Impregilo, que tiene contratos por 1.000 millones de euros en Libia y cuyas acciones cayeron un 6,17 por ciento. No le fue mejor a la petrolera Eni, que se dejó un 5,12 por ciento, y al grupo de la defensa Finmeccanica, con un retrceso del 2,69 por ciento, que tuvieron ayer que retirar sus empleados del país.
Además de Finmecccanica, los temores sobre la estabilidad del accionariado contagiaron Unicredit: es el más internacional de los bancos italianos, que ayer cerró con un desplome del 5,75 por ciento, los libios detienen más del 7 por ciento del capital; un 5 por ciento está en las manos del banco central de Trípoli y el resto es controlado por el fondo soberano del país. Otros títulos penalizados fueron Ansaldo Sts y Retelit.
Fuera del parqué, los enfrentamientos también salpicaron al gran premio de Fórmula Uno. Se canceló la carrera de Bahréin, prevista para el próximo 13 de marzo. El Gran Premio de Bahréin se iba a disputar en el circuito de Sakhir y era la primera prueba puntuable del campeonato.