Plantar para la jubilación y cultivar un dividendo anual. Ésta es la filosofía del producto que ha presentado Mapfre, que en formato 'unit linked' permite contratar este seguro de ahorro con la posibilidad de cobrar todos los eneros una retribución de grandes dividendos.
Las aseguradoras parecen haber comenzado a girar la manivela de las ideas con el propósito de conseguir la enésima reinvención del seguro ideal. El propósito parece claro: en tiempos de crisis, de escasez de liquidez en empresas y particulares, hay que conseguir que aquel que contrate un producto tenga garantizada la devolución de parte de la prima o consiga una rentabilidad adicional a partir de ésta.
En los últimos días han aparecido productos que vinculan el capital a la rentabilidad de una cartera de valores a elección del asegurado. Mapfre ha puesto en marcha un seguro dividendo vida, unit linked -seguro de ahorro con una rentabilidad ligada a una inversión- vinculado a una cartera de acciones. Los valores en cartera corresponden a empresas españolas con expectativas de generar altos dividendos anuales como son Telefónica, Repsol, los grandes bancos o Gas Natural. De esta forma, cada enero el asegurado percibe los rendimientos obtenidos por las acciones durante el ejercicio anterior. Hay, sin embargo, un pero, y es que esos dividendos sí tributarán a Hacienda a un tipo del 19 por ciento, si la ganancia es hasta 6.000 euros y del 21 por ciento, la cantidad que exceda de esos 6.000 euros.
Por otra parte, BBVA ha comenzado a ofrecer los llamados seguros remunerados, que devuelven el 15 por ciento del importe de los recibos durante el primer año, el 20 por ciento el segundo año y el 25 por ciento a partir del tercero, manteniendo esta cuota de forma vitalicia en seguros de vida, de vivienda y de incapacidad laboral. Según señalan desde la entidad, se trata de "un plan para conseguir fidelizar a nuevos clientes y premiar a aquellos que ya están asegurados".
Estas nuevas fórmulas aparecen en un contexto en el que los seguros han visto reducida su facturación en 2010 hasta los 57.466 millones de euros, lo que supone un descenso del 3,8 por ciento en relación al ejercicio del año anterior, según datos de la patronal de las aseguradoras españolas. El seguro de vida español experimentó una caída del ahorro en 2010 de casi un 8,5 por ciento y los seguros generales (denominados de no vida) cerraron el año con un repunte del 0,22 por ciento. Por grupos, el ranking de ahorro gestionado estuvo liderado por La Caixa.
