Nunca ha habido tanta diferencia de precios entre el petróleo europeo y estadounides. Las revueltas en Libia dan nuevos argumentos alcistas al Brent, para seguir engordando la brecha con el barril de referencia en EEUU.
Siempre ha habido clases, y en el mercado del crudo también se observan grandes distinciones entre los distintos tipos de petróleo, de ahí la diferencia entre el West Texas Intermediate (WTI), de origen estadounidense, y el Brent, cuyos suministros provienen del Mar del Norte y los países árabes. El diferencial entre ambos, que históricamente ha estado entre 1 y 2 dólares a favor del West Texas, tocó ayer máximos de 19 dólares. Mientras que el barril de referencia en Europa superó los 108 dólares, el estadounidense cotizó en el entorno de los 85 dólares. Pero ¿qué explica esa diferencia?
Durante muchos años, el contrato de WTI se ha erigido como el referente mundial del sector, especialmente por su calidad ya que los yacimientos estadounidenses suele ser más líquidos y tener menos sulfuro que el Brent.
De hecho, los expertos siempre se han referido al WTI como la brújula que dictaba el precio "real" del barril de crudo. Su coste solía sobrepasar ligeramente al del Brent pero, en cualquier caso, la evolución de ambos solía ir de la mano. Ahora esta tendencia ha cambiado de rumbo, tras un cúmulo de circunstancias que han llevado a los expertos a valorar si la pureza del West Texas es motivo suficiente para considerarse el crudo norteamericano como un referente dentro del mercado internacional.
Una teoría que apoya Stephen Schork, presidente de la consultora Schork Group Inc. en Villanova, Pensilvania. "El Brent no tiene el mismo grado de pureza pero su calidad es buena y tiene mayor relevancia internacional", añade. Esta diferencia indica, según el autor del The Schork Report, que el West Texas "no ofrece referencia precisa de la oferta y la demanda mundial".
La diferencia de precios entre el WTI y el Brent lleva cocinándose durante algún tiempo. No hay que olvidar que hace aproximadamente dos años, Arabia Saudí rechazó el West Texas como referente en el precio del crudo a sus clientes norteamericanos. Incluso el príncipe Abdulaziz bin Salman, Ministro Adjunto de Asuntos del Petróleo de Arabia Saudí, afirmó que el mercado del WTI era similar al de un casino dictado por los especuladores de Wall Street.
Pero junto a su calidad, la excesiva oferta también influye en el hecho de que el crudo estadounidese sólo se haya depreciado un 5,51% en 2011 frente al 9,22% que ha subido el Brent. Parte de los problemas nacen en Cushing, Oklahoma, la Meca petrolera de EEUU donde confluyen un importante nudo de oleoductos. En los últimos meses han aparecido numerosos problemas de distribución, lo que ha provocado un cúmulo de inventarios, de alrededor de 38,3 millones de barriles, que presiona los precios a la baja.
Todo lo contrario sucede con el Brent. Su producción, y sobre todo distribución, está muy ligada a Oriente y por eso las revoluciones que se están desarrollando en esos países está repercutiendo al alza en el precio. Un incremento que se está dejando notar en las tasa de inflación de la zona euro -los expertos consultados por el BCE ya han aumentado sus estimaciones de IPC para 2011 hasta el 1,9 frente al 1,5% anterior- y esto podría llevar a los bancos centrales a subir los tipos de interés antes de tiempo, lo que podría repercutir a la baja en el crecimiento económico de la zona euro.