El índice español es, junto al italiano y al griego, el más alcista de Europa en lo que va de año. El momento de abrir operativas se producirá si a cierre semanal se sitúa por encima de los 11.050.
Pese a la sobrecompra de la que se acusa al parqué, el Ibex quebró ayer los 11.000 puntos, en su quinto intento por romper esta resistencia psicológica desde abril. Ya consiguió batirlos a principios de febrero, pero esta vez el indicador marcó su máximo anual y, además, su nivel más alto en diez meses. El índice se mantuvo indeciso ante su ya conocida barrera, pero el arranque de Wall Street y los datos macroeconómicos le permitieron cerrar la sesión con un alza del 2,05 por ciento, hasta los 11.047,8 puntos.
La jornada estuvo protagoniza por las subidas de la banca y por el alto volumen de negociación -3.811 millones de euros-, superior a la media de febrero. Pero todavía no se pueden echar las campanas al vuelo y hablar de un camino libre al alza a partir de este nivel alcanzado.
"No creo que la ruptura de los 11.000 puntos tenga demasiadas consecuencias", considera Pablo García, de Oddo Securities. "Es un nivel psicológico, pero su ruptura no implica demasiado", coincide Covadonga Fernández, desde Selfbank. Desde Ecotrader se señalan los 11.050 puntos, a cierre semanal, como el momento oportuno para empezar a abrir operativas en el mercado español. Por tanto, habrá que esperar y comprobar si los últimos movimientos se quedan en una simple ruptura o si estamos ante el inicio de una consolidación.
Ayer se dio un nuevo paso en la reconstrucción alcista. Los 11.000 llegaron una vez solucionadas las dudas de esta semana sobre la deuda soberana. Susana Felpeto, de Atlas Capital, indica que "la subasta de España no ha tenido problemas y esto nos distancia de la relación tan directa con Portugal e Irlanda", comenta la analista.
De hecho, la mayoría de expertos señala hacia el riesgo país como la clave que marcará la tendencia del Ibex 35, al menos en el medio plazo. Ofelia Marín, desde Banca March, opina que "todo dependerá de la prima de riesgo", apuntando a que la mejora del riesgo soberano "tiende a consolidarse". Damián Querol, de Banco Gallego, también confirma que ahora el mercado está muy pendiente del interés adicional que se exige a la deuda pública española, que será una de las claves en las próximas semanas, y recuerda que todavía puede haber riesgos a corto plazo.
En este sentido, desde Atlas Capital no dudan en descartar el rescate de España pese a continuar las tensiones en el mercado de deuda, basándose en que los vencimientos para 2011 ya están casados y que los niveles del riesgo soberano "no son tan elevados", comentaban ayer en una presentación sobre la situación macroeconómica y la visión de los mercados para 2011.
Todavía es pronto
Dice un aforismo bursátil que si un índice tiene un buen arranque en enero, esa buena racha se extiende al resto del año. Es lo que ha sucedido con el Ibex y este buen comportamiento ya está teniendo su continuidad en febrero.
El indicador español ha conseguido situarse como uno de los índices europeos con mejor comportamiento en lo que va de año, al anotarse un 12 por ciento, sólo por detrás del avance que consiguen los principales índices italiano y griego (ver gráfico). La última subida vuelve a abrir una diferencia respecto a otras plazas europeas, pero los expertos creen que este gap no tiene por qué seguir aumentando durante el año. Aunque el Ibex sí que puede subir algo más que otros indicadores, dada la alta ponderación de la banca.
El buen arranque de año contrasta notoriamente con el ejercicio anterior. Razón por la que desde Metagestión confían en que éste será el año de la bolsa española: "No tenían sentido las caídas de 2010, porque muchas de las compañías que cotizan en el índice tenían la mayor parte de su negocio fuera y fueron penalizadas por la situación macroeconómica de España", señala Javier Ruiz, analista de la firma.
Pese al evidente contraste con el año pasado, algunas firmas de análisis no tienen tan claro que el principal indicador de la bolsa española dé el golpe este año. En este sentido Pablo García afirma que al Ibex "todavía le quedan 2 ó 3 años para digerir los excesos del pasado".
Junto con las dudas que suscita un nuevo rebrote de la crisis del riesgo soberano, existen otros factores que condicionan la sostenibilidad de las alzas a los ojos de los analistas, por ejemplo "la mejora del entorno macro y de los datos empresariales", como apunta Natalia Aguirre, desde Renta 4. Aguirre estima que la confirmación del futuro del Ibex llegará "en marzo, cuando se reúna el Consejo Europeo", aunque pone el objetivo en los 12.400 puntos para este año. Un nivel similar al que maneja Atlas Capital, que ve al índice en 12.500.
Otro dato que suscita reticencia es el exceso de presión compradora. "El Ibex a estos niveles está sobrecomprado y sería sano que recortara, porque el mercado no puede soportar subidas tan fuertes", declara Covadonga Fernández, de Selfbank. Opinón que comparte Natalia Aguirre: "Lo más razonable es que consolide entre los 10.300 y los 10.600 puntos, no puede revalorizarse todo en dos meses".