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Chivatazos en Wall Street, un negocio de 385 millones de dólares

Revelar las malas prácticas de algunas compañías e individuos, especialmente en Wall Street, se ha convertido en un negocio bastante rentable. En la era de los Madoff o el uso de información privilegiada entre hedge funds y fondos de inversión, la Comisión de Mercados y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) se ha encargado de fomentar, a golpe de talonario, el número de personas que delatan los fraudes que se cuecen en el distrito financiero.

Durante una entrevista con este periódico en marzo del año pasado, Harry Markopolos, "detector" de fraudes financieros y encargado de delatar a Madoff, reconoció que "la SEC debería imponer un programa de incentivos para que cuando alguien destape o pruebe algún fraude financiero consiga un 15 o el 30 por ciento de la recompensa, como sucede en otras áreas como el Departamento de Impuestos (IRS, por sus siglas en inglés)".

No hay que olvidar, según señaló Markopolos, que "es importante tener zorros que cacen otros zorros porque el presupuesto de los reguladores no da para mucho". En estos momentos, la SEC cuenta con 1.300 millones de dólares para gestionar un equipo de 3.600 personas y eso no es suficiente, por eso los investigadores y los abogados privados deben hacer acto de presencia para llevarse una recompensa.

2.300 millones en multas

De momento parece que la agencia liderada por Mary Schapiro ha aprendido la lección ya que el año pasado los cerca de 573 casos abiertos en temas de fraude y otras prácticas similares generaron un total de 2.300 millones de dólares en multas e indemnizaciones, de los cuales 385 millones de dólares fueron a parar a las personas que facilitaron pruebas a las autoridades.

A día de hoy, especialmente tras la aprobación de la reforma financiera liderada por los demócratas Barney Frank y Christopher Dodd el pasado verano, son cada vez más las compañías que se especializan en reclutar personas con pesquisas sobre posibles fraudes financieros. Es el caso del National Whistleblowers Center, donde su director, Stephen Kohn, explicó a la CNBC que su objetivo es "reclutar personas involucradas en actividades delictivas que piensen que pueden ganar montones de dinero si delatan a sus compinches". "Busco combatir la avaricia, con avaricia", añadió.

Otras páginas webs, como www.SECsnitch.com, también buscan reclutar esta clase de individuos. Su fundador, el abogado Stuart Meissner, comenzó a buscar personas empleadas entre el sector financiero poniendo anuncios en cines donde se proyectaba la película "Wall Street 2: el dinero nunca duerme".

El insider trading, de moda

No hay que olvidar que en la mayoría de estos casos, los abogados comienzan trabajando sobre especulaciones sin un desembolso económico previo. Sin embargo, pueden embolsarse hasta el 40% de las indemnizaciones, que en los casos más potentes pueden generar decenas de millones de dólares.

En estas circunstancias, y en un momento en que el insider trading vuelve a estar de moda, muchos parecen estar intentando monetizar los chivatazos, incluido Markopolos, quien ya adelantó a elEconomista que "un nuevo fraude multimillonario se cuece a fuego lento a este lado del Atlántico". Seguro que él y su equipo consiguen sacar tajada del asunto, eso sí, siempre y cuando la SEC se crea las pruebas del caso.

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