Roma, 19 sep (EFECOM).- El presidente de la Asociación Italiana de la Banca (ABI), Corrado Faissola, aseguró hoy que el país "no está en estado de emergencia" por la crisis de los créditos hipotecarios.
"La situación es sólida y no se producirán fenómenos como los que se han originado en Estados Unidos o en Gran Bretaña, ya que los institutos italianos han actuado siempre con visión de futuro y responsabilidad", añadió Faissola en una rueda de prensa.
Para el presidente del ABI, "los bancos italianos han demostrado ser fiables, capaces de sostener a las empresas y financiar a los privados basándose en sus propias capacidades de renta y capitalización".
Faissola negó además que la crisis de los créditos y el aumento de los tipos de interés haya producido un aumento del número de insolventes en el país.
"Una investigación realizada por nuestro centros de estudios excluye que haya aumentado el número de las letras no pagadas por los italianos", añadió el presidente del ABI durante una rueda de prensa.
Según el informe, respecto al año pasado, "el incremento de las letras de los créditos hipotecarios pagadas con retraso está por debajo del 1%".
Faissola contestaba así al semanal "L'Espresso", que denunció en uno de sus artículos que las letras de las hipotecas han crecido de los 50 a los 200 euros, y han aumentado las familias, a quienes se les ha embargado la casa por no poder pagarlas.
La revista pone como ejemplo que el tribunal de Milán (norte) había abierto 1.591 procedimientos de embargo hasta el 10 de agosto, en comparación con los 1.883 registrados en todo 2006.
Los medios de comunicación nacionales publicaron hoy que los tipos de interés en los créditos hipotecarios en Italia han superado el récord del 2002, alcanzando una media de 5,63%
El presidente del ABI explicó que este aumento "no es culpa de los bancos italianos".
"Los italianos están pagando el precio de comportamientos no adecuados de otros sistemas bancarios", dijo Faissola, que añadió, que "el sistema bancario italiano está dispuesto a colaborar con los clientes que se encuentra en dificultad, permitiendo alargar, por ejemplo, el número de años para pagar la hipoteca".
Aunque explicó que para esto "cada cliente, que tiene exigencias diferentes, tendrá que negociar directamente con su banco". EFECOM
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