
Son el ejemplo del todo en uno. No siempre tiene que ser el inversor quien decida qué dividendos merecen la pena. Está la opción de cobrarlos todos a través de un único producto o de acudir a otros vehículos, más allá de las acciones, que miman a sus accionistas.
Puede que la opción de invertir en dividendos adquiriendo directamente títulos de la empresa sea la forma más clásica de conseguir buenas remuneraciones. Pero eso no quiere decir que sea la única vía que tienen los inversores de beneficiarse de la rentabilidad por dividendo que ofrecen las compañías. Hay más alternativas y muchas de ellas se encuentran en el mercado de fondos de inversión.
ETF
Es, dentro de los fondos, la opción más recurrente. Los ETF (fondos cotizados por sus siglas en inglés), además de replicar el comportamiento de un índice bursátil, también reciben los dividendos de las compañías que lo integran. Lo hacen todos sin excepción. El proceso es el siguiente: el ETF va acumulando en una cuenta corriente los pagos que van efectuando las compañías de los índices a los que replican hasta la fecha en que el Consejo del ETF haya acordado abonarlos. Por ejemplo, los fondos que replican el comportamiento de los índices del mercado español pagan a sus accionistas en los meses de febrero y marzo, justo un mes después de que se produzcan las mayores concentraciones de pagos de dividendos.
La cantidad que recibirá el inversor por este concepto dependerá del número de participaciones que tiene del fondo. Por ejemplo, según los datos de Morningstar, los dos ETF que replican al Ibex 35, Acción Ibex 35 y Lyxor Ibex 35, ofrecieron en sus últimos pagos rentabilidades del 2,98 y 1,84 por ciento, respectivamente. ¿Quiénes han sido los que han ofrecido las mejores rentabilidades por entrega? Pues un fondo de Lyxor, Lyxor ETF Euro Stoxx 50 Daily Leverage y otro de Deutsche Bank, db x-trackers Stoxx Glb Sel Div 100 1D, cuyos dividendos de octubre y julio ofrecieron más de un 6 por ciento de rentabilidad.
Sin embargo, la inversión en dividendos a través de ETF también presenta inconvenientes. A diferencia de lo que sucede con las acciones, los primeros 1.500 euros que el inversor recibe en concepto de dividendos sí han de pasar por Hacienda y tributar a un tipo del 19 por ciento. Además, ojo, porque los precios de los fondos también se ven afectados antes y después de que paguen dividendo. Antes, porque previamente al pago amasa demasiados activos de manera drástica, y después, porque los vende tras el pago de manera igualmente drástica.
Fondos que dan la paga...
Son unos de los grandes desconocidos, pero en la mayoría de los casos se les identifica a primera vista. La mayoría de gestoras extranjeras ofrece a los inversores la opción de elegir entre un fondo de acumulación (Acc) o uno de distribución (Dis). Ambos cobran los dividendos de las compañías donde invierten, pero mientras que los primeros los acumulan en el patrimonio del fondo, los segundos los distribuyen entre los partícipes. Los hay de renta fija, que abonan cupones con rentabilidades en la mayoría de los casos ya fijadas de antemano, y de renta variable, cuyo importe y rentabilidad varía en función de la política que lleve a cabo la empresa. Y al igual que con los ETF, los dividendos tributan a Hacienda.
En España se comercializan más de 300 productos de este tipo y de ellos sólo dos, Santander RV España Reparto y BBVA Bolsa Plan Dividendo, que salió al mercado hace menos de un año y que en vez de pagar en efectivo sus dividendos lo hace en forma de participaciones, son españoles. Del resto, son fondos como Ignis Intl Cart Enhanced Alp J GBP Inc o BlueBay Emerging Market Bond Base R los que han ofrecido en sus últimos pagos los dividendos más rentables, con rendimientos superiores al 20 por ciento, según los datos de Morningstar.
...o que eligen quién la da
Pocos inversores tienen tiempo para analizar las miles de compañías que cotizan en el mercado y que ofrecen buenas perspectivas en lo que a dividendos se refiere. Hay que estar muy pendiente del mercado. Por ello, una de las opciones más recurrentes que tiene el inversor para sacar partido de las políticas de remuneración de las empresas es elegir a un gestor que seleccione las compañías más rentables por dividendo por él. En el mercado español hay muchos fondos que tienen entre sus criterios para seleccionar las compañías que los integran que éstas den buenas rentabilidades por dividendo, aunque eso no implica que su cartera esté compuesta exclusivamente por estas compañías. Normalmente se les identifica porque incluyen en su denominación la palabra dividendo (dividend o income, por su denominación en inglés).
La ventaja es que al ser compañías de valor (tienen negocios sostenibles y suelen ofrecer seguridad en sus pagos al accionistas), se comportan históricamente mejor en momentos de volatilidad del mercado, ya que compensan las caídas de la cotización con lo que obtienen vía dividendo (la mayoría son fondos que acumulan estos pagos en su patrimonio). En España hay dos fondos de este tipo que invierten en la bolsa española: Sabadell BS España Dividendo y Unnim Ibex Top Dividend. Ambos consiguieron cerrar 2010 con caídas inferiores al 8 por ciento, frente al 17 por ciento que cedió el Ibex.