RABAT (Reuters) - Los islamistas marroquíes, que actualmente están en la oposición, podrían ser el partido más votado no integrante de una coalición en las elecciones parlamentarias del viernes, gracias al apoyo de los votantes pobres desencantados con los 50 años de gobierno de una élite modernizadora.
Marruecos y la vecina Argelia han sufrido una serie de atentados este año, desatando los temores de Estados Unidos de que los grupos armados islamistas estén planeando ataques coordinados en la región del Magreb, que exporta en gas y petróleo al sur de Europa.
"Se puede hacer mucho para luchar contra la corrupción, la desigualdad social, para reformar nuestra justicia y enseñanza", dijo a Reuters el líder del PJD, Saad Eddine Othmani.
"Los otros partidos no han trabajado para llevar a cabo reformas. Se han convertido en élites que entraron en la misma lógica que el sistema existente".
Pero será casi imposible para el PJD ganar una mayoría absoluta debido al complejo sistema de votación que promueve la fragmentación de la escena política.
Incluso si el PJD logra un avance espectacular, es poco probable que el Rey les recompense con el puesto de primer ministro, que crearía la primera elección liderada por islamistas elegida libremente en un país árabe independiente.
Las elecciones del 7 de septiembre serán las segundas legislativas bajo el reinado del monarca de mente reformista, que ascendió al trono en 1999.
/Por Lamine Ghanmi/
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