Bolsa, mercados y cotizaciones

La subasta de deuda portuguesa impide al Ibex 35 levantar cabeza

Rara vez, en víspera de Reyes, uno sabe lo que le van a dejar debajo del árbol Sus Majestades de Oriente, pero hay excepciones. Los Reyes Magos llegaron un día antes a los mercados que al resto de los hogares. No trajeron oro. Ni siquiera mirra. Optaron por el carbón. El Ibex 35 fue, de los mercados europeos, el que más carbón acumuló, todo un presagio de lo que promete ser otro año de infarto en los parqués al calor de la crisis de la deuda soberana.

El índice español despidió la jornada con una caída del 0,88% hasta los 9.801,40 puntos, manteniendo así in extremis su soporte técnico de los 9.800 puntos. Pero pudo ser peor, ya que durante la sesión llegó a retroceder un 2,89% hasta los 9.604 puntos, en una jornada en la que se negociaron 3.875 millones de euros.


La razón de que el Ibex fuera un día más el índice más sobrevendido de toda Europa responde a una combinación de motivos periféricos y emocionales. "Las caídas que se están viendo en el mercado español no tienen sentido ninguno desde el punto de vista fundamental y están respondiendo más al interés que parecen algunos inversores de instalar rumores para que los Estados acaben pagando más rentabilidad por financiarse", afirma Javier Ruiz, gestor de Metagestión.

De momento, parece que esos inversores ya consiguieron ayer su objetivo en uno de estos mercados. Portugal emitió 500 millones de euros en letras a seis meses. La demanda superó la oferta en 2,6 veces, pero el Tesoro portugués tuvo que pagar un 80% más de rentabilidad para conseguir sus objetivos de colocación. Así, la rentabilidad de estas emisiones fue del 3,686%, frente al 2,045% de su anterior subasta de este tipo, que tuvo lugar el pasado 1 de septiembre. Y eso que aún le queda una prueba más difícil. "La primera prueba real llegará con la primera subasta de bonos, que puede producirse la próxima semana", afirma David Schnautz, de Commerzbank, a Bloomberg.

El alto precio que pagó Portugal por financiarse en los mercados, y la idea de que España también deberá hacerlo en su subasta del 13 de enero, cuando emitirá bonos a 5 años -el mismo plazo al que ayer Santander emitió sus cédulas hipotecarias-, fue la excusa a la que se aferraron los inversores para optar por la recogida de beneficios. Tampoco ayudaron los datos económicos que se conocieron en los países de la Península Ibérica: la confianza de los consumidores portugueses marcó mínimos de 21 meses y la de los españoles, su nivel más bajo de los últimos 19 meses.

EEUU, al rescate

Sin embargo, en la víspera de Reyes también hubo algo de luz. Y ésta llegó del país de Santa Claus. En EEUU se conocieron unos buenos datos de empleo y de ISM manufacturero, lo que sentó bien no sólo en Wall Street sino también a este lado del Atlántico. "Wall Street sigue negándose a caer y sin que caiga ese bastión alcista no podemos hablar de un deterioro relevante en el resto de plazas, sin perjuicio de que en algunas como es el caso del Ibex 35 exista un deterioro a corto plazo", comentan los analistas de Bolságora para Ecotrader.

Sin embargo, ese deterioro que señalan que hay en el mercado español no se ha traducido aún en un ataque bajista claro. Algo que no se producirá mientras que el Ibex mantenga su cotización por encima de los 9.800 puntos. En caso contrario, el índice podría dirigirse a su siguiente soporte, de los 9.200 puntos, asegura Joan Cabrero.

De momento, su corta evolución en el año no muestra demasiadas noticias positivas. En 2011 pierde un 0,59%, lo que convierte este arranque de año en el peor que ha tenido desde 2008.

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