
Ni esto es el Cluedo, ni se juega con soldaditos, sino con... perros. Dentro del animalario de la bolsa, el término "perro" se utiliza para designar a aquellas compañías que peor comportamiento han tenido a lo largo del año. Y sí, existe una estrategia de inversión que consiste en seleccionar precisamente esta clase de valores, a la espera de que batan al mercado en el siguiente ejercicio.
Al término de año, no decimos nada nuevo si señalamos que la renta variable de los países periféricos de Europa (Grecia, Irlanda, Portugal, España, Italia) es la que ha sufrido mayores estragos de todo el Viejo Continente, debido a la desconfianza de los mercados sobre su capacidad para afrontar la deuda pública. Así pues, para elaborar nuestra estrategia, tomamos como referencia el año bursátil de los perros periféricos.
Los bancos, a la cola
Si se deja a un lado a los chicharros (las compañías con menor tamaño bursátil), para centrarnos en aquellas cotizadas con una capitalización superior a 1.000 millones de euros de los selectivos de estas cinco naciones, el resultado es contundente: el sector bancario es el que más ha perreado en 2010, con excepción del caso español. El valor más bajista del conjunto es Bank of Ireland, que se despide del año con una caída próxima al 45%. La entidad, una de las más comprometidas a raíz del rescate de Irlanda, se encuentra entre los cuatro grandes bancos del país.
A principios de diciembre anunció una ampliación de capital por 2.200 millones de euros para evitar ser nacionalizado como su compatriota el Allied Irish Bank; la semana pasada, el Estado autorizó una recapitalización inmediata por 3.700 millones de euros para evitar la quiebra de AIB, pasando a poseer el 92,8 por ciento de tu capital.
Bank of Ireland también es la compañía de los perros periféricos con mayores problemas financieros, puesto que el consenso que recoge FactSet estima que cerrará 2010 con pérdidas superiores a los 1.100 millones de euros. Las previsiones sobre crecimiento apuntan a que el ejercicio siguiente también terminará en negativo para la entidad, con pérdidas en torno a los 500 millones.
Después, Grecia
El segundo valor que ha salido peor parado es el griego Piraeus Bank, que cae en torno al 55% en 2010. La situación financiera se plantea ligeramente mejor para el heleno, pues se espera que consiga salir de pérdidas en 2011.
Sin embargo, el inversor debe prestar atención a dos características de este banco. La primera, que hasta nuevo aviso su potencial en bolsa es sólo bajista. Los expertos estiman que está sobrevalorada en un 5% aproximadamente. La segunda, el elevado PER (número de veces que se contiene el beneficio en el precio de la acción) que presenta el Piraeus, de 37 veces para 2011, bastante superior a los de sus compañeros de caídas (ver gráficas). Por norma general, cuanto más reducido es este ratio, más atractiva es la inversión en el valor.
El español, la excepción
El caso español marca la nota discordante. Aunque es innegable que también recibieron su castigo en bolsa los bancos, la fortaleza del sistema bancario español ha alejado a las principales entidades del país de los niveles de caídas en los que se mueven los valores ya comentados. De ahí que el perro español sea Gamesa. El fabricante de aerogeneradores presenta una rentabilidad negativa en torno al 50% en estos 12 meses.
A finales de julio, la compañía presentaba un profit warning (recorte de previsiones) que trajo como consecuencia un duro castigo bursátil: en las semanas siguientes, el consenso rebajó sus previsiones de crecimiento más del 20%, y empeoró su valoración más de un 25%. El plan de crecimiento estratégico para 2011- 2013 que presentó la compañía en octubre tampoco convenció de tal manera que finalmente acaba arrebatando a la constructora Sacyr el último puesto del Ibex.
El cuarto perro en discordia es el italiano Banca Popolare di Milano. Sus caídas alcanzan el 45 por ciento en 2010. Estos días cotiza cerca de mínimos anuales. Los marcó el 20 de diciembre en 2,56 euros. Ese día, la entidad anunciaba que había llegado a un acuerdo con la Hacienda italiana, por el cual entregaría 186 millones de euros a la agencia tributaria. La bolsa recogió negativamente esta noticia, pues supondrá un tijeretazo de 170 millones de euros en las ganancias para 2011 de la compañía, de acuerdo con informaciones de la agencia Bloomberg.
Portugal completa la jauría
El valor que completa esta particular jauría es el portugués, Espirito Santo. Dentro del mapa de la crisis de deuda soberana, muchas voces han apuntado al país luso como el siguiente en caer, después de Grecia e Irlanda. La última en sumarse era la agencia de calificación crediticia Fitch, que la semana pasada rebajó el rating de Portugal de AA- a A+ y la colocó en perspectiva negativa. Esta medida llegaba después de que a principios de diciembre la agencia Moody's revisase la calificación de todos los bancos lusos, Espirito Santo incluido.
Esta entidad cae poco más de un 35% en 2010. De acuerdo con la media de analistas que recoge FactSet, es la que presenta mayor potencial alcista de las seis compañías comentadas, en torno a un 35% a un año. Para los analistas que siguen a la entidad lusa, el banco tiene una recomendación de mantener, con un precio objetivo de 4 euros por acción.
Aunque las previsiones de crecimiento apuntan a que sus ganancias el año que viene se reducirán ligeramente respecto a las obtenidas en 2010, el banco tiene a su favor un PER bajo (de 7,4 veces para 2011) y el dividendo más atractivo del grupo, con una rentabilidad estimada del 4,8% para el año que se estrena.