VIENA (Reuters) - El famoso personaje de Harry Lime, que diluía penicilina en la Viena de la posguerra en la película de 1949 "El tercer hombre" era un pionero: hoy el negocio de las medicinas falsas se ha vuelto mundial, impulsado por un "canal perfecto", Internet, según un organismo de la ONU.
En Estados Unidos está por detrás sólo del cannabis.
"La sofisticación de los falsificadores desde luego ha aumentado enormemente", dijo a Reuters Gisela Wieser Herbeck, responsable de control de drogas en la JIFE. "Es un mercado en el que puedes hacer mucho dinero".
En muchos países africanos y partes de Asia y América Latina más del 30 por ciento de las medicinas a la venta podrían ser falsas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La JIFE, que tratará el problema en su próxima sesión en noviembre, ha pedido a los gobiernos que hagan más para reforzar la legislación existente. Pero hacer frente al comercio criminal es difícil.
/Por Ben Hirschler/