
A pesar del fuerte temporal que azota Nueva York estos días, el toro de Wall Street no va a pasar frío: un traje de ganchillo le cubre de cuernos a rabo. Según explica la artista Agata Olek, encargada de tricotar el atuendo, de es su forma de solidarizarse con los afectados por la crisis.
"Quería hacer más por esa gente que no puede mantener a sus familias y para los que no tienen chaquetas ni dinero", afirmó Olek, de origen polaco.
La artista declara en su web que se trata de un regalo de navidad para la ciudad y un tributo al escultor, Arturo di Modica, que colocó el toro en la calle Wall Street también en navidades, tras el crash bursátil de 1987 "como símbolo de la fuerza y el poder" de los estadounidenses.
Olek necesitó cuatro horas para colocar su instalación, que inmediatamente después fue reducida a jirones por las autoridades. La artista, que califica sus obras como "acciones de guerrilla", señala que espera poder hacerlo de nuevo, ya que representa sus "mejores deseos para todos".