
Un tribunal laboral brasileño falló en la noche del miércoles que los sindicatos de la aviación, en preparativos para iniciar una huelga este jueves, aborten su medida bajo amenaza de grandes multas, al tiempo que se teme que medio millón de pasajeros se vea afectado por la medida.
Milton de Moura Franca, presidente del Tribunal Superior del Trabajo en Brasilia, emitió la orden a sólo horas de que comience la paralización en los 65 aeropuertos civiles de Brasil.
El magistrado se apoyó en los principios de los derechos constitucionales sobre la libertad de movimiento y una "sociedad libre y justa" y advirtió a los sindicatos del personal de cabina y el personal de tierra de que deben mantener al menos el 80% del servicio, bajo riesgo de recibir multas de 60.000 dólares al día.
Los sindicatos planeaban paralizar los aeropuertos este jueves, después de que no lograran un acuerdo con las empresas de transporte aéreo para un aumento salarial. Los trabajadores solicitan un aumento de salarios del 15%, en línea con las ganancias de las aerolíneas brasileñas; sin embargo, tras las conversaciones mantenidas el martes, las empresas mantuvieron su intención de solamente equiparar la inflación y subieron su propuesta al 6,5% desde el 6% original.
La huelga, que debía comenzar este jueves a las 06H00 locales (08H00 GMT), ocurrirá en plena época de viajes masivos por las festividades de fin de año y el inicio de la temporada de vacaciones del verano austral.
Según informó a la AFP la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), se espera que unos 500.000 pasajeros embarquen y desembarquen este jueves en los 65 aeropuertos brasileños, y 21 de ellos atenderán vuelos internacionales.
"Los pasajeros precisan tener paciencia, porque los trabajadores están al límite y eso compromete su seguridad. Los pasajeros llegarán a su destino, pero no llegarán en hora", afirmó tras la reunión del martes Marcelo Schmidt, del Sindicato Nacional de los Funcionarios Aéreos (SNA, por sus siglas en portugués), al portal informativo Terra.
Ya el miércoles, los funcionarios del aeropuerto internacional de Río de Janeiro Santos Dumont, realizaron una paralización de actividades durante dos horas que provocó la cancelación de 13 vuelos y diez atrasos, según datos de la administradora de aeropuertos Infraero.
Los atrasos son frecuentes en los aeropuertos brasileños, que son criticados de cara al enorme desafío que planteará la masiva llegada de turistas durante la Copa del Mundo-2014 y los Juegos Olímpicos-2016. De hecho, un informe del Instituto de Investigación Económica Aplicada (IPEA) divulgado en mayo señaló que los aeropuertos de las ciudades que recibirán la Copa están en el límite máximo de su capacidad y ocho de ellos están "al borde del colapso operativo".
"Los atrasos y congestionamientos, especialmente en esta época del año, no estarían siendo tan habituales y se podrían incluso eliminar eventuales amenazas de huelga" si hubiera una mayor planificación, estimó el ingeniero aeronáutico Jorge Eduardo Leal Medeiros, en una columna publicada este miércoles en el diario Folha de Sao Paulo.
Según las últimas cifras disponibles de Infraero, entre enero y octubre, más de 126 millones de personas pasaron por las terminales brasileñas, mientras en todo 2009 se registraron 128 millones de pasajeros viajando.
En 2007, Brasil vivió su peor crisis aeronáutica, ocurrida tras dos accidentes aéreos que llevaron a la muerte de más de 350 personas, protestas de los controladores aéreos, problemas técnicos en los centros de control y denuncias sobre carencias en materia de seguridad en los cielos.
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