Los expertos del mercado de deuda del banco galo, Arturo Alonso y Demetrio Salorio, confían en que los países europeos no tengan problemas para cubrir sus necesidades de financiación en 2011.
Esta confianza se traduce en un mensaje claro: "España no va a necesitar ningún tipo de ayuda", ha afirmado con contundencia Demetrio Salorio, responsable de mercados de deuda globales de Société Générale (SG), durante la presentación del balance anual de los mercados de deuda en 2010 y perspectivas para 2011 que ha realizado la entidad en Madrid. Ha basado su diagnóstico en dos razones: los ajustes que está emprendiendo el Gobierno y la consolidación del sector financiero.
"Los soberanos no tendrán problemas para ejecutar sus programas de financiación para 2011. Veremos los precios y los diferenciales que pagan, pero no tendrán problemas para financiarse", ha asegurado igualmente. En su opinión, los emisores públicos contarán con dos aliados que facilitarán su captación de recursos. El primero, el incremento de la munición de los inversores que invierten en deuda pública, puesto que considera que su liquidez podría crecer un 25% gracias a los vencimientos y los cupones de emisiones pasadas. Y en segundo lugar también hay que contar con que la nueva normativa bancaria premia a los activos más líquidos dentro de los balances, algo que fomenta que las entidades inviertan en deuda pública.
Acceso limitado
Con respecto al sector financiero, los expertos del banco galo han subrayado que "existe una total conexión entre los bancos y los soberanos". Esta vinculación conducirá a una clara realidad durante 2011. "En países como Italia, España, Irlanda o Portugal no todas las entidades financieras podrán emitir bonos en 2011", han sostenido. Eso sí, confían en que a lo largo del año el mercado pueda abrirse a un número mayor de entidades. En 2010, el sector financiero español ha emitido deuda por valor de 72.500 millones de euros, cantidad que podría crecer hasta los 80.000 millones en 2011, según previsiones de la entidad gala. En el conjunto de Europa, las emisiones han ascendido a 460.000 millones de euros.
Al mismo tiempo, esta situación ha deparado un movimiento que Demetrio Salorio ha definido como "curioso". Consiste en que la deuda corporativa "se está encontrando con unas condiciones de financiación extremadamente buenas" y se ha convertido en el "activo refugio" del momento por la situación de los balances y resultados de los emisores y por la alta demanda que están encontrando. En España, las emisiones corporativas han alcanzado los 10.500 millones en 2010, cifra que en el conjunto de Europa se ha situado en 175.000 millones.
Los protagonistas de 2011
Para los expertos de SG, buena parte del protagonismo de las emisiones privadas en 2011 recaerá en la deuda de alto riesgo (high yield) y en las cédulas hipotecarias (covered bonds). La primera se beneficiará del proceso de desintermediación que está experimentando la financiación empresarial, puesto que acceder al crédito bancario es más difícil y caro que antes de la crisis. De hecho, el segmento de high yield ha crecido con fuerza en 2010, puesto que las emisiones totales en Europa han pasado 31.000 a 50.000 millones de euros y para 2011 los expertos de SG esperan un repunte hasta los 60.000 millones.
En cuanto al mercado de cédulas, en 2010 prácticamente se ha duplicado en Europa, hasta los 190.000 millones de euros y en 2011 se situará en torno a los 180.000 millones. Para Demetrio Salorio, "las cédulas seguirán siendo el principal pilar de financiación de la banca durante el próximo año".