La medida que aparece en el titular de la noticia es sólo una de la veintena de solicitudes que ha recopilado en un solo informe la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva (Inverco). Bajo el título Propuestas para impulsar el desarrollo de los planes de pensiones, la asociación ha elaborado una serie de propuestas para hacer más eficiente el sistema de planes de pensiones, en un contexto de revisión del Pacto de Toledo.
Las iniciativas planteadas cubren tanto al sistema de pensiones públicos como al privado, ya que "el balance en cuanto a la creación de nuevos compromisos de pensiones es prácticamente nulo", aseguran. En cuanto al primero, recalcan la importancia de que el trabajador conozca a través de su nómina en cada momento cotizaciones que realiza y también que sepa, con independencia de que esté o no próximo a la jubilación, lo que podrá percibir como futura pensión.
Pero es el sistema privado de pensiones (se incluyen tanto los planes de empresa como los que el inversor contrata directamente con el banco) el que acapara las mayores reclamaciones.
Planes de empresa para todos
Es una de las demandas históricas de las gestoras. España es uno de los países donde menos cobertura recibe el trabajador a través de un plan de empleo, aquel que la empresa pone a disposición de sus empleados. De hecho, sólo el 11 por ciento de la población española tiene un fondo de este tipo y de esta cifra el 7,8 por ciento corresponde a las Administraciones Públicas, según Inverco. La razón de esta escasez es el coste fiscal que tiene para la empresa ofrecer este tipo de producto a sus empleados. Y asumir ese coste en un país en el que el 88 por ciento son pequeñas y medianas compañías (pymes) se antoja complicado. Por ello, abogan por crear un plan específico para las pymes. Proponen que estas empresas puedan realizar aportaciones a cuenta de sus empleados a planes de pensiones ya creados y que estas aportaciones sean deducibles en el Impuesto de Sociedades.
Además, para todos los planes de empleo solicitan que puedan tener varios perfiles de inversión. Éste es uno de los principales problemas a los que se enfrentan los trabajadores, ya que el perfil de riesgo de un trabajador de 50 años no es el mismo que el de uno de 30. Por ello, se solicita que las gestoras puedan, dentro del mismo plan, contemplar varias políticas de inversión, para adecuarse así a los diferentes perfiles de los trabajadores.
No es la única propuesta que defienden desde el punto de vista de la inversión. También piden que se amplíe el límite que los planes de pensiones de empresa y privados pueden destinar a la inversión en fondos de inversión o Ucits. Hasta ahora ese límite está fijado en el 20 por ciento. Una cifra que rara vez se alcanza, ya que las comisiones de estos fondos se integran en la comisión máxima que puede cobrar el plan de pensiones (por ley ésta no puede ser superior al 2,25 por ciento). Inverco solicita que no se prohíba la acumulación de comisiones para fomentar la inversión de planes en fondos de inversión. Una medida que, sin embargo, aumentaría el coste de gestión de los planes de pensiones.
Y hay que tener en cuenta que estas comisiones inciden significativamente en la rentabilidad del producto. Sobre todo en los que destinan su cartera a deuda, ya que su expectativa de rentabilidad es siempre menor que la de un fondo que invierta en bolsa. Conviene recordar a este respecto que estos productos han sido los que más salidas de dinero han experimentado en 2010 como consecuencia de la crisis de la deuda que ha sacudido a la eurozona. En estas salidas ha influido mucho que la valoración de los activos que tienen en cartera se haga a precio de mercado y no a vencimiento. Por ello, desde la asociación piden que "en épocas de excesiva volatilidad" se estudie la opción de que "se valoren los instrumentos de renta fija a vencimiento". Una reivindicación que ya avanzó elEconomista.
Mejoras fiscales
A su histórica reivindación de que se distinga la fiscalidad a la hora de rescate entre rendimiento de trabajo y la parte que se recibe por plusvalías, se suma la solicitud de que se amplíen los límites a las aportaciones y sobre todo, que no se computen en conjunto las que se hacen a planes de empleo y las que se realizan a planes individuales. Además, se aboga por mejorar la liquidez del producto, equiparándola a la que tienen las ESPV vascas. Es decir, que se permita el rescate tras diez años de permanencia en el mismo y no, como ahora, sólo en el momento de la jubilación.