
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtió este lunes de la existencia de "fuertes incertidumbres" sobre la recuperación de la Eurozona y llamó a los dirigentes europeos a "reforzar" su gobernanza y la gestión de las crisis.
"La recuperación está actualmente en curso", pero será "lenta" y "débil", sobre todo porque la reducción del déficit, como "prioridad inmediata", podría "frenar" el crecimiento "a corto plazo", sostuvo la OCDE en su estudio sobre la Eurozona.
"La recuperación sigue estando rodeada por fuertes incertidumbres", explicó la organización.
Según ella, "es crucial que el sistema bancario recupere su salud para apoyar el crecimiento".
Para lograrlo, "nuevas operaciones de recapitalización de los bancos podrían ser necesarias", pero se debe "poner fin al apoyo al sistema financiero".
"Todos los países tendrían que tener un conjunto completo de instrumentos creíbles, eficaces, armonizados para resolver las fallos bancarios", insiste la OCDE, que sugiere que los "exámenes de resistencia sean hechos de forma regular y más armonizados".
"Cuando aparezcan riesgos a la alza para la estabilidad de los precios a medio plazo, se tendrá que poner fin a las medidas de reactivación monetaria" adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE), añadió la organización.
Por otra parte, la gobernanza de la Unión económica y monetaria debe ser "reforzada", ya que "complica la coordinación de la respuesta a la crisis". Para la OCDE, "el nivel nacional conserva un gran número de poderes y los niveles de la Unión Europea (UE) y de la zona comportan múltiples actores".
Esta mejor gobernanza tienen que prever una mayor vigilancia del déficit presupuestario y del endeudamiento en la Eurozona, con posibles sanciones, incluso financieras, "aplicadas casi automáticamente".
La OCDE, cuya sede está en París, recomienda también a la Eurozona que se dote de un "mecanismo creíble de gestión de las crisis presupuestarias".
"Este dispositivo tendría que incluir un mecanismo de apoyo a la liquidez, sometido a estrictas condiciones", cuyo no respecto supondría la supresión de la ayuda.
El informe hace hincapié en "los desequilibrios muy marcados en ciertos países", que se "acumularon" antes de la recesión y han agravado la crisis en los Estados en cuestión, con consecuencias "en el conjunto de la zona euro".
Volver al equilibrio "llevará su tiempo" y será "difícil", en especial en los países muy deficitarios donde, según la organización, se tendrá que aplicar "un gran rigor en el ámbito de los salarios y de los precios" para aumentar en competitividad.
"Una baja de salarios y de precios no se podría excluir y, en algunos casos, sería inevitable", advierten los autores del estudio.
Frente a los desequilibrios, preconizan un nuevo "enfoque global" de la gestión económica y financiera, pidiendo "evitar a escala nacional políticas no viables que pueden tener consecuencias exteriores".