
En 2009 no se consiguió pero parece que sí se hará en 2010. A falta de nueve sesiones para que finalice el año, todo apunta a que la negociación bursátil superará el billón de euros. De momento, la media diaria alcanza los 4.090 millones de euros, un 16% más que durante el año pasado.
La negociación bursátil volverá en España este año a la senda que inició en 2006 y de la que se apartó provisionalmente en 2009, consistente en superar la frontera del billón de euros en el en el conjunto del ejercicio. Cuando aún restan ocho sesiones para comerse las uvas en los parqués, el volumen de contratación asciende a 991.000 millones de euros, con lo que rebasará sin problemas esa referencia. Este hito, que se logrará por cuarta vez en la historia, se traduce en una media diaria próxima a los 4.100 millones de euros, un 16 por ciento más que los 3.530 millones de 2009, aunque todavía sigue lejos del máximo histórico alcanzado en 2007, que se disparó hasta los 6.720 millones.
El volumen rebasará la cifra del billón de euros, que resulta equivalente a la producción de la economía española (PIB) en todo un año, gracias al acelerón que se ha visto en los dos últimos meses, en los que la contratación ha superado con holgura los 100.000 millones de euros mensuales. Por tanto, el retorno de las tensiones a la deuda periférica se tradujo en un aumento de la negociación de los parqués. En diciembre, sin embargo, el ritmo se está moderando, un frenazo que se debe en parte al carácter semifestivo de las jornadas celebradas esta semana. Por el momento, el volumen se sitúa en los 23.500 millones de euros, con lo que el promedio por sesión se limita a 3.350 millones.
¿A quién beneficia?
El incremento de la negociación favorece en primera persona a Bolsas y Mercados Españoles (BME), la sociedad rectora de los mercados financieros españoles, puesto que la contratación bursátil supone su principal fuente de ingresos. Por el momento, el consenso de mercado recogido por FacSet recoge que los beneficios de BME pueden alcanzar en 2010 los 153 millones de euros, por encima de los 150 millones del pasado ejercicio. La compañía, además, tiene en su caja 330 millones de euros, con lo que se encuentra al margen de las apreturas financieras. Pese a ello, sus acciones no están firmando un brillante año. Acumulan una caída del 13,8 por ciento, ligeramente inferior al 14,7 por ciento que se deja el Ibex 35. Sus títulos cotizan a 19,11 euros, un 10 por ciento por debajo del precio objetivo de 21 euros que le otorga el consenso de mercado, que también concede un consejo de mantener sobre el valor.