
El inesperado mal dato de exportaciones que se ha conocido en Alemania y su condición de miembro de la zona euro ha provocado que la rentabilidad de su bono a diez años haya superado el 3% por primera vez desde abril de este año.
Ha sido uno de los activos a los que más han acudido los inversores de renta fija pero nada dura eternamente. El bono alemán a diez años, bund, ya ha dejado atrás las jornadas en las que incluso de especulaba con que registrara rentabilidades inferiores al 2%.
Ha bastado un mal dato de exportaciones de la locomotora europea (la apreciación del euro de las últimas semanas le ha hecho perder competitividad) para que la rentabilidad del bund, que sube cuando cae el precio, haya superado el 3% de rentabilidad por primera vez desde abril de este mismo año. Y es que, como ya vienen afirmando los expertos desde hace agún tiempo, las bajas rentabilidades que estaba ofreciendo este activo no tenían visos de continuidad.
El alza del rendimiento del bund se ha traducido, en un recorte de la prima de riesgo de España con respecto al bono alemán ya que en estos momento cotiza en los 221 puntos básicos pese a que la rentabilidad de la deuda pública a diez años española firme hoy una nueva jornada al alza, al superar el 5,22%.
¿Quedan oportunidades rentables en Europa?
Los expertos coinciden que hay poco rascar en deuda europea pública en estos momentos. "Alemania y Holanda lo han hecho muy bien, pero con las bajas rentabilidades que están ofreciendo sus bonos queda muy poco valor", afirmaba recientemente Miguel Llorente, de Capital at Work.
Y el hecho de que el rendimiento de la deuda alemana haya pasado del 2,78 al 3 por ciento sólo en lo que llevamos del mes de diciembre lo demuestra.
En el caso de la deuda periférica (España, Portugal, Irlanda o Grecia) sí pueden existir oportunidades atractivas de inversión pero sólo aptas para aquellos inversores que estén dispuestos a mantener la inversión a largo plazo y no se dejen llevar por los vaivenes que a corto plazo seguirá ofreceinedo este mercado debido a la incertidumbre que aún se cierne sobre los problemas de deuda de los países denominados PIGS.