
"Nuestras finanzas son la envidia del mundo desarrollado". Así de contundente se mostró el ministro australiano del Tesoro, Wayne Swan, en una reciente comparecencia. Mientras que los países desarrollados luchan por alejar el fantasma de la deflación de sus mercados, la economía australiana continúa mostrando una gran fortaleza con un crecimiento interanual del 3,3 por ciento y una tasa de desempleo de tan sólo el 5,4 por ciento, casi la mitad de la estadounidense. Además, es el octavo país del mundo con el seguro contra el riesgo de impago más bajo (sus CDS cotizan en los 54 puntos básicos).
Además, a su favor cuenta también con la apreciación de su divisa. El aussie acumula una revalorización del 15 por ciento frente al euro y del 9 por ciento contra el dólar estadounidense.
Y todo indica que así seguirá si la Fed consigue su objetivo, nunca reconocido, de devaluar el dólar, y si persisten las dudas sobre la eurozona. Además, esta revalorización ayudaría a calmar un poco el efecto de la inflación (actualmente en el 2,80 por ciento) en la economía, quitando así presión al BancoCentral deAustralia sobre la necesidad de combatir la inflación a través de incrementos de los tipos de interés (en su última reunión de principios de noviembre los subió hasta el 4,75 por ciento).
En todo caso, un incremento en los mismos animaría aún más al aussie y también al mercado de renta variable. La buena salud de la economía australiana también ha tenido su efecto en el mercado, alimentado además por las operaciones
corporativas.Yes que si bien BHPacaba de anunciar que retira su oferta por Potash, está claro que tiene ganas de salir de compras. Con todo, el índice australiano ASX consigue una revalorización superior al 6 por ciento en 2010. Y eso sin tener en cuenta el efecto divisa.
La duda es: ¿seguirá siendo rentable Todo depende de que su principal socio comercial, China, mantenga su salud económica. ?Australia se ha beneficiado de la demanda de materias primas de China pero también está consiguiendo volver a la senda de lo normal con una política estructural eficiente como la política sobre la inremunerarámigración o la imposición de tasas a las compañías mineras?, afirman en Pimco. Hay que tener en cuenta que Australia es uno de los principales exportadores de materias primas (de hecho, su divisa es considerada una moneda commoditie), por lo que un incremento de precios en éstas se traduce en mayores ingresos para su economía.
Los analistas son optimistas. Según el consenso demercado que recoge FactSet, todas las diez mayores compañías australianas ofrecen un potencial alcista para los próximos doce meses del 11 por ciento demedia.Ytodas ya registran rentabilidades positivas en 2010.
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