No corren buenos tiempos para Bank of America Merrill Lynch, el mayor banco por activos de Estados Unidos. En medio de una palpable recuperación del sector financiero norteamericano, la entidad se erige como el verdadero castigo de los bancos, acosado por los escándalos y una posible filtración que podría poner en jaque a la compañía de Brian Moynihan.
Por su parte, y según informó la Corporación Federal de Seguros de Depósito (FDIC por sus siglas en inglés), Bank of America fue el responsable de que el sector bancario registrase en el tercer trimestre de este año su nivel más bajo de beneficios desde finales de 2009. La agencia capitaneada por Sheila Bair justificó que el aprovisionamiento de 10.400 millones de dólares realizado por el gigante bancario redujo los beneficios totales del sector hasta los 14.500 millones de dólares.
Para colmo, en la publicación ayer de los detalles sobre los préstamos bancarios realizados por la Reserva Federal (Fed) durante la cúspide de la crisis financiera, se confirmó finalmente que Bank of America fue una de las entidades que más recurrió a las ayudas del banco central, del que recibió más de 45.000 millones de dólares.
Razones para una filtración
En la trastienda de Wall Street, la rumorología señala que el banco, cuyas acciones ya se han dejado más de un 27% en lo que llevamos de año, podría ser la próxima víctima de la filtración anunciada por el fundador de Wikileaks, el polémico Julian Assange. Razones no les faltan. Según recordaron diversos medios de comunicación patrios, Assange ya adelantó el año pasado en una entrevista con la revista Computer World que tenía en su poder un disco duro de cinco gigabytes, es decir, 600.000 páginas de documentos, sobre la entidad bancaria.
Durante unas declaraciones a la revista Forbes hace tan sólo unos días, el promotor de Wikileaks adelantó que a comienzos del año que viene, su web filtrará miles de documentos de una entidad financiera "que pondrán de manifiesto la verdadera forma de actuar de los ejecutivos bancarios y podrían motivar nuevas investigaciones así como cambios regulatorios".
Por su parte, el periodista de Fox Business, Charlie Gasparino, uno de los colaboradores con más fuentes en Wall Street, reiteraba que Bank of America se perfila como la próxima víctima de las filtraciones de Wikileaks.
Pese a que días antes el mismo periodista aseguró que el banco "no tenía indicios de ser el objetivo" de la web fundada por Assange, Gasparino a twitteado hoy: "Bank of America prepara su equipo legal de emergencia para combatir a Wikileaks" en el caso de que las filraciones se lleven a cabo.
Los títulos, en terreno negativo
Con las especulaciones sobre la mesa, las acciones de Bank of America se desplomaron el pasado martes más de un 3%, a tenor de las cábalas que circulaban en el mercado. La entidad se limitó a responder a los rumores afirmando que "no cuenta con pruebas que apoyen dichas informaciones". Sin embargo, si echamos un vistazo a los frentes abiertos en las trincheras de banco, no es de extrañar que algunos hayan concluído que la entidad sufrirá el azote implacable de Wikileaks.
La Comisión de Mercados y Valores de Estados Unidos, SEC por sus siglas en inglés, reconoció que la agencia federal fue benevolente al dictaminar su decisión sobre la compra de Merrill Lynch por parte de Bank of America, especialmente porque el banco había recibido ayudas federales para sobrevivir. En agosto del año pasado, la SEC acusó a Bank of America de haber aprobado el reparto de 6.000 millones de dólares en bonuses a los empleados de Merrill Lynch justo antes de llevar a cabo su adquisición, algo de lo que no se informó a los inversores del banco.
Además, Bank of America aún tiene que gestionar la petición formal de Pimco, Blackrock y la Reserva Federal de Nueva York, entre otros inversores, que piden que les recompre las titulizaciones hipotecarias que les vendió por valor de 54.000 millones de dólares.
Por otro lado, la Reserva Federal desveló públicamente ayer la información sobre más 21.000 transacciones financieras realizadas entre diciembre de 2007 y julio de 2010. Según el banco central, todas las ayudas concedidas a través de su ventana de descuento no han provocado pérdidas en los programas que ya han expirado debido a la mejora de las condiciones financieras. Además adelanta que espera que las entidades que todavía no han devuelto el dinero prestado, lo hagan próximamente sin ningún problema.