
La multimillonaria inversión en Blackstone, compañía de capital riesgo, se le está indigestando al Gobierno chino. Compró una participación del 10 por ciento en esta
empresa, justo antes de su debut bursátil el pasado 22 junio, y desde entonces el valor bursátil de la compañía estadounidense no ha dejado de caer.
La consecuencia para el Gobierno chino, que aspiraba a jugosos beneficios gracias a una jugada que cualquiera calificaría de especulativa, ha sido desastrosa: ha perdido ya unos 500 millones de dólares –364 millones de euros– sobre una inversión inicial de 3.000 millones. En las últimas semanas, la acción de Blackstone se ha visto fuertemente lastrada a la baja, debido a la desbandada inversora por el contagio de la crisis del segmento subprime en Estados Unidos –hipotecas de alto riesgo–, entre otras circunstancias.
Críticas en la red
Pero, además de perder hasta la camisa, Pekín debe hacer frente estos días a las críticas que, por su torpeza, le llueven desde la única rendija por donde se cuela la crítica en China: en Internet. Algunos blogs y webs financieras han sido especialmente ácidas: “las reservas de divisas (con las que China compró su paquete en Blackstone) son producto del sudor y la sangre de la gente de China. Por favor, ¡inviértanlas con más cuidado!”, era la reflexión de un internauta.
Este crítico anónimo no puede tener más razón:¿cómo puede el Gobierno de un país, al calor de una bolsa salidademadre, invertir sus reservas en una operación que sería más propia de una empresa o un inversor particular? En Occidente sería impensable; en China todo es posible.
Un comportamiento atípico
Tiene tela que la primera gran operación de riesgo del Gobierno chino, que tradicionalmente invertía parte
de sus reservas de 1,3 billones de dólares en unos mucho más seguros bonos del Gobierno estadounidense, sea de momento un fiasco.
Sin embargo, ello no ha impedido que otras observaciones en Internet escoraran hacia el nacionalismo puro y duro. “Al Gobierno chino: no se dejen enredar por lobos envueltos en piel humana, similares a los ladrones extranjeros que saquearon a nuestros antepasados. Son similares a ellos, sólo que ahora son más astutos y manipuladores”, decía otro. ¿Quiere esto decir que en China el capitalismo sólo es bueno cuando ganan dinero?
Pero, en todo este asunto, la pérdida de valor de su inversión en Blackstone no es lo peor para el país. Lo peor es que, después de unas negociaciones que apenas duraron un mes, Pekín se comprometió a no vender sus acciones en cuatro ejercicios a cambio de un descuento del 4,5 por ciento sobre el precio de salida a bolsa. O sea, que sin posibilidad de liquidar, la sangría puede continuar.