
En un momento en el que algunos hedge funds aumentan su exposición al oro, los inversores minoritarios huyen de la renta variable, las opiniones de economistas como Roubini destacan por encima de las demás, y el mensaje sigue siendo "la recuperación está al alcance de la mano, aunque aún no podamos verla", algunos conocidos gestores que se han caracterizado en estos tiempos de crisis por su gusto bajista, como John Paulson o Bill Miller, de Legg Mason, están empezando a detectar oportunidades de compra en algunos títulos.
Paulson, por ejemplo, tiene participaciones considerables en compañías como Bank of America y JPMorgan, además de en el fabricante de automóviles Renault. Miller, por su parte, prefiere a IBM y Citigroup, y afirma que las acciones de gran capitalización estadounidenses no han estado tan baratas en comparación con los bonos desde los años 50, informa la CNBC.
"Los beneficios corporativos de los exportadores europeos y de las empresas de EEUU han excedido las estimaciones de los analistas. El índice S&P 500 cotiza ahora a sólo 13,8 veces las estimaciones de beneficio del conjunto de 2010, muy por debajo de la media de las últimas tres décadas, que se sitúa en las 19,5 veces", señaló Paulson en una carta a inversores recogida por la cadena estadounidense.
El peso de los bajistas
Sin embargo, muchos analistas siguen teniendo un sesgo eminentemente bajista. Y es que para muchos, la idea de que uno debería ignorar los principales indicadores económicos es absurda, especialmente cuando algunos de ellos sugieren que la economía podría estar dirigiéndose hacia otra recesión.
"Para tratar de sacarle algo de jugo al mercado, se deberían seguir de cerca los principales indicadores. Y es que hay muchos que apuntan a un aterrizaje forzoso de la economía o, como mínimo, a una corrección significativa", señala Albert Edwards, un estratega de Société Générale, bajista declarado.
Los, bautizados por la CNBC, toros de las malas noticias (en los que se enmarcaría a Paulson y Miller), no niegan que hay serias amenazas que se ciernen sobre la economía. Pero también resaltan que hay un número creciente de compañías que están consiguiendo hacer dinero recurriendo a la innovación tecnológica y que están aumentando su diversificación geográfica, especialmente en mercados como Reino Unido, China e Indonesia. He ahí las verdaderas oportunidades que el maremoto va escupiendo a la orilla.