
Una vez finiquitada la inyección de dinero que recibió la industria en concepto de subvenciones, el consenso empieza a echar el freno en algunas firmas.
Mazda,Toyota, Mitsubishi, Harley Davidson. ¿Qué
tienen en común tres fabricantes japoneses de automóviles y uno norteamericano de motocicletas? Según las previsiones de beneficio neto del consenso de mercado, serán las cuatro compañías de las grandes del sector de la automoción que más notarán el fin de las ayudas económicas a la industria automovilística. También les influirá la posibilidad de que la economía mundial se debata entre un escenario de desconfianza e inflación. En España, el fin del Plan 2000E para dinamizar el sector coincidió con la subida del IVA del 16 al 18 por ciento.
Hasta ese momento, los cálculos de los analistas apuntaban a que las compañías conseguirían superar el año que viene los beneficios del presente ejercicio, señal inequívoca de recuperación en uno de los sectores más castigados por la crisis. Si bien sigue existiendo una mejora en las arcas de las más capitalizadas, a partir del mes de junio las estimaciones se han acortado sensiblemente en algunos casos. El reflejo más claro de la frenada en la segunda mitad de año ha sido la pérdida del consejo de compra para dos de las principales compañías automovilísticas, Toyota y Suzuki. De las 15 compañías más capitalizadas del sector automovilístico, Toyota es la
que presenta mayor valor en bolsa, 95.000 millones de euros. Con un precio objetivo de 34,68 euros, la japonesa tiene un potencial alcista del 26 por ciento a un año.
Según la media de analistas recabada por FactSet, Mitsubishi será la que se encuentre con más obstáculos para sobrevivir a 2011 sin el combustible que le proporcionaban las gasolineras gubernamentales. Ahora, los expertos estiman que en 2011 recaudaría 116 millones de euros, un 48 por ciento menos de lo que pensaban al acabar el primer semestre. La comparación de las previsiones de junio con las actuales revela que la valoración de este fabricante también es la que más se deprecia, más del 20 por ciento. Su precio objetivo actual es de 0,81 euros, mientras que en junio se situaba en 1,01 euros y, al comienzo de 2010, en 1,05.
La segunda de la clasificación en sucumbir al efecto fin de las ayudas tanto por estimaciones de beneficio como por precio objetivo es Mazda. En principio, la media de analistas que recoge FactSet calcula que el año que viene conseguirá resultados espectaculares: beneficios de 216 millones de euros, frente a los 74 que creen que recaudará en 2010. Y sin embargo, las previsiones de hace tres meses apuntaban a que las ganancias para el siguiente ejercicio ascenderían a 301 millones, lo que supone que
los analistas han efectuado un recorte del 28 por ciento.
Harley Davidson y Toyota también han sufrido en sus previsiones el impacto del fin de la inyección económica, pero de una manera mucho más amortiguada. Ahora, la primera ganaría un 7 por ciento menos de lo que se esperaba en junio (371millones de euros), y la segunda, 6.640 millones, un 3 por ciento menos.
Las que han aprovechado junio
También hay ejemplos de compañías que se recuperan desde junio: Fiat y Porsche. A principios del año, los analistas creían que la italiana ganaría 1.058 millones en 2011. Después, recortaron los beneficios hasta 981 millones en junio y ahora lo han vuelto a elevar un 2 por ciento.APorsche le pasó lo mismo, pero amayor escala: al finalizar el mes de junio, el consenso le estimaba un beneficio neto de 662 millones en 2011, frente a los 1.175 de principios de 2010. Ahora, esta cifra se ha elevado hasta los 792 millones de euros, un 20 por ciento más que hace tres meses.