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No sólo del yen viven las divisas: el franco suizo también se dispara

El río revuelto de los mercados financieros propicia que la divisa helvética alcance el cambio más alto de la historia contra el euro.

En concreto, un euro compra menos de 1,30 francos por primera vez desde su nacimiento oficial en 1999. Y es que la moneda suiza se aprecia un 0,5 por ciento, hasta los 1,293 francos, con un máximo diario de 1,2902.

De este modo, da continuidad al empuje que viene registrando contra el euro en 2010. Hasta la fecha, la moneda única se deprecia un 12,8 por ciento contra la helvética. Además, el franco se consolida como la segunda divisa más fuerte entre las principales del mundo en 2010. Sólo se le resiste una, el yen, contra el que se deprecia un 8,5 por ciento, pero sube contra todas las demás, con avances que oscilan entre el 1,5 por ciento frente al dólar estadounidense y el 13 por ciento contra la corona danesa.

Los mismos aliados que el yen

La escalada del franco no difiere a la del yen o el dólar. Todos ellos tienen en común unos bajos tipos de interés, que en el caso suizo se encuentran entre el 0 y el 0,75 por ciento, y que en tiempos de incertidumbre como los actuales actúan como monedas refugio.

Es decir, se aprecian en medio de la tormenta porque el apetito por el riesgo y el carry trade, estrategia consistente en financiarse en divisas con bajos tipos para invertir en otras con unos intereses más altos, desaparecen. "Las carry trades son menos rentables cuando los inversores muestran una alta aversión al riesgo. En esos casos, estarán menos inclinados a invertir en monedas más arriesgadas que ofrecen mayores tipos de interés. En lugar de ello, preferirán poner su dinero en monedas seguras que pagan menos tipos de interés", explica la experta en divisas, Kathy Lien.

El franco también tiene otro denominador común con el yen: la sombra de su banco central. En este caso, el Banco de Suiza ya viene interviniendo en los mercados para frenar el ímpetu alcista del franco, y evitar así los riesgos deflacionistas consiguientes, desde marzo de 2009.

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