Madrid, 31 may (EFECOM).- La bolsa española ha perdido en mayo el 4,64 por ciento, la mayor caída desde septiembre de 2003, afectada por la bajada de las plazas internacionales por el miedo de los inversores a que se acentúe la subida de los tipos de interés y se detenga el crecimiento económico mundial.
Este descenso ha sido interpretado por muchos analistas como una brusca corrección, ya que la inflación en las mayores economías del mundo no se desboca, la producción crece con vigor y los resultados empresariales todavía son crecientes.
De las plazas internacionales, la mayor caída correspondió a Tokio, el 8,51 por ciento; el Nasdaq, en torno al 6 por ciento; Fráncfort, el 5,28 por ciento; París, el 4,98 por ciento; Londres, el 4,97 por ciento; Hong Kongo, el 4,82 por ciento; Milán, el 3,5 por ciento; el SP 500, algo más del 3 por ciento y el Dow Jones algo menos del 2 por ciento.
Pese a todo, la bolsa española ocupa el segundo lugar en la lista de ganancias acumuladas por las principales plazas mundiales desde enero.
Sólo Hong Kong, que suma un avance del 6,6 por ciento ha superado al Ibex-35 hasta mayo, ya que en estos cinco meses el índice español se revaloriza el 5,65 por ciento, seguido de Fráncfort, con el 5,26 por ciento.
París sube desde el comienzo de año el 4,56 por ciento; el Dow Jones, algo más del 4 por ciento; Milán, el 2,09 por ciento; Londres, el 1,87 por ciento; el Euro Stoxx-50, el 1,63 por ciento y el SP 500, alrededor del 1,5 por ciento. Tokio baja el 4 por ciento y el tecnológico Nasdaq algo más del 1 por ciento.
Este mes se ha caracterizado por el devastador e inesperado efecto de algunas noticias, como la inaugural de la nacionalización de los yacimientos de hidrocarburos en Bolivia.
Al día siguiente el petróleo alcanzaba un nuevo máximo histórico en 75 dólares por barril, lo que no impedía que la bolsa prosiguiera su carrera hacia el máximo anual, conseguido el día 9 en 12.083,30 puntos.
En ese recorrido, que se interrumpiría al día siguiente, después de que la Reserva Federal -banco central estadounidense- subiera los tipos de interés del 4,75 al 5 por ciento, intervinieron los rumores de compras, las fusiones (Wachovia con Golden West) y los datos de empleo estadounidenses de abril -se crearon menos puestos de trabajo de lo previsto, 138.000-.
Desde el máximo anual y tras aguantar dos días por encima de 12.000 puntos, la bolsa empezó la cuesta abajo ayudada por los fondos de alto riesgo -"hedge funds"-, la revalorización del euro a 1,29 dólares ante la aceleración del crecimiento en Europa y el previsible endurecimiento de la política monetaria en el Viejo Continente.
Otros factores que intervinieron en el descenso, que entre el día 12 y el 22 se tragó más de 1.000 puntos, el 9 por ciento, y situó a la bolsa por debajo de 11.000 puntos, fueron el leve crecimiento del IPC estadounidense y el de la zona euro y el anuncio de China de que dejaría fluctuar con mayor libertad a su moneda y que subiría los tipos de interés.
Esto frenaría el crecimiento de la cuarta economía del mundo y el consumo de materias primas, lo que afectó a las empresas extractoras y transformadoras y a la cotización de estos recursos, así como a los mercados latinoamericanos.
Con el programa nuclear iraní coleando y la temporada de huracanes en el Golfo de México a la vista, el petróleo seguía cerca de los máximos del ejercicio y también entorpecía la evolución de la bolsa, que desde el día 12 de mayo estaba presidida por la volatilidad.
A partir de esa fecha se registró la mayor caída desde mediados de marzo de 2004 -el día 17 perdió el 3 por ciento- y el principal avance en doce meses -el 23 avanzó el 1,92 por ciento- y resultaban habituales oscilaciones diarias superiores al 1 por ciento, tanto positivas como negativas.
Al final del mes, con el PIB estadounidense creciendo menos de lo previsto en el primer trimestre, el 5,3 por ciento, Telefónica recuperó el protagonismo de la bolsa tras anunciar que doblaría el dividendo hasta 2009, lo que contribuyó a reducir las pérdidas.
Pese a la situación vivida en este período se han sucedido tres salidas a bolsa, las de Parquesol, Grifols y Astroc.
En cuanto a la evolución de los principales valores del mercado, los integrantes del Ibex-35, treinta y uno acabaron con pérdidas y sólo cuatro consiguieron ganancias.
La mayor caída correspondió a Sogecable, el 16,98 por ciento, afectada por la posibilidad de que pierda los derechos de emisión de algunos equipos de fútbol, en tanto que Iberia bajó el 11,26 por ciento por el crecimiento de sus pérdidas en el primer trimestre del año.
Con un descenso superior al 10 por ciento terminaron Sacyr, que bajó el 10,71 por ciento, después de que la francesa Eiffage le negara la representación demandada en su consejo, en tanto que Abertis cayó el 10,61 por ciento por la previsible subida de tipos y tras anunciar su fusión con la italiana Autostrade.
Arcelor, con la mejora de la opa por Mittal y a pesar del anuncio de fusión con Severstal, lideró las ganancias con un alza del 2,2 por ciento, mientras que Telefónica Móviles, ante la próxima integración con su matriz, recuperó el 2,19 por ciento.
Por su parte, Metrovacesa, con las opas de sus principales accionistas a cuestas, subió el 0,97 por ciento, y Telefónica, el 0,55 por ciento, por sus planes de negocio y el incremento del dividendo.
En cuanto al resto de los grandes valores, la situación en Latinoamérica afectó a BSCH, que cayó el 8,3 por ciento; a Repsol, con un descenso del el 8,07 por ciento, y a BBVA, que perdió el 7,65 por ciento, mientras que Iberdrola cedió el 2,98 por ciento y Endesa, el 0,68 por ciento. EFECOM
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