MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
Ausbanc Consumo reclamó hoy indemnizaciones para los 3.000 afectados por por la compra e ingesta de los pollos infectados con la bacteria de la salmonella, distribuidos por Grupo Sada y comercializados bajo las marcas 'Sada' y 'Pimpollo'.
La asociación, que ha presentado ante los tribunales de Justicia la primera de las demandas motivadas por el caso "más grave" de salmonelosis registrado en España, subrayó que la responsabilidad principal debe recaer sobre el grupo fabricante por la distribución de un producto "defectuoso capaz de minar la salud y la confianza de los consumidores".
Por ello, según Ausbanc Consumo, todo consumidor afectado por este episodio está en pleno derecho de solicitar y percibir una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados a raíz del consumo del citado producto, tal y como contempla la Ley General de Defensa de Consumidores y Usuarios que, en su artículo 28, establece un régimen especial de responsabilidad objetiva para la empresa, con el consiguiente incremento de la protección de los consumidores.
Ausbanc Consumo ha tipificado todos los supuestos que pueden existir dentro del amplio espectro de afectados por las intoxicaciones, con el consiguiente derecho de éstos a exigir las pertinentes indemnizaciones.
Esta tipología comprende y engloba a aquellos individuos que, en su día, adquirieron el citado producto (pollo asado precocinado envasado al vacío) pero no llegaron a consumirlo; aquellos que sí lo hicieron, con los consiguientes trastornos para su salud y, por último, el supuesto más grave y que tuvo como consecuencia el fallecimiento de un afectado.
Según Ausbanc Consumo, la infección bacteriana se produjo durante el proceso de producción en la planta que Sada posee en la localidad toledana de Lominchar. A su juicio, la empresa cometió varias irregularidades en el proceso de fabricación del producto, que van desde la contaminación por salmonella a consecuencia de su almacenamiento a temperatura ambiente, el fallo en el tratamiento térmico y la dosificación del jugo infectado a través de un tubo modificado donde persistía el foco de contaminación.
LA JUNTA NO DETECTO IRREGULARIDADES.
De esta forma, según explicó la asociación, se produjo un fallo en los mecanismos y procedimientos de prevención y control de la propia empresa, sujeto sobre el que ha de recaer la responsabilidad principal, así como de la Administración, puesto que en la revisión que llevaron a cabo los inspectores de Castilla-La Mancha en la planta industrial el pasado 26 de julio de 2005 "no se detectaron irregularidades".
Sin embargo, la Consejería de Sanidad castellano-manchega impuso, posteriormente y tras la apertura de un expediente, cuantiosas sanciones a Sada por una falta grave, al no comunicar a Inspección la modificación en el suministro de la salsa, y otra muy grave, por comercializar productos destinados a consumo humano contaminados con salmonella.
En total, según los datos remitidos por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESA), organismo dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo, han sido cerca de 3.000 las personas las afectadas en todas las comunidades autónomas, salvo Canarias y Melilla.