
Madrid, 26 jun (EFE).- La Bolsa española retrocedió esta semana el 4,38 por ciento, tras lograr ganancias en las dos anteriores, a causa del pesimismo y las dudas de los mercados sobre la recuperación económica.
La bolsa comenzó la semana y el verano con ganancias que le permitieron afianzar los 10.000 puntos al cierre de la sesión, animada ante las buenas noticias procedentes de la flexibilización de la moneda china, la apertura en positivo en Wall Street y la revalorización del Ibex-35.
Precisamente, el principal selectivo de la Bolsa consiguió subir el 1 por ciento hasta los 10.071,90 puntos.
El martes, la recogida de beneficios llevada a cabo en todas las plazas europeas por los inversores, dispuestos a aprovechar los buenos resultados de varias jornadas alcistas, hizo que el Ibex bajase un 0,55 por ciento, aunque mantuvo el nivel de los 10.000 enteros.
Al día siguiente, el parqué perdió esta cota y bajó el 1,3% después de que la segunda sesión consecutiva de recogida de beneficios y los malos datos sobre las ventas de vivienda de segunda mano en EEUU dieran la vuelta a la tendencia al alza que se había venido repitiendo durante nueve jornadas seguidas.
También influyeron en este retroceso los datos publicados por el índice PMI, que indicó que la recuperación económica europea se frenó en junio, y las estimaciones de la Fundación de Cajas de Ahorros (FUNCAS), que señaló que la economía española cerrará 2010 en recesión.
Las pérdidas se incrementaron el jueves hasta el 3 por ciento, en sintonía con otros parqués europeos, ya que, aunque la Bolsa española abrió en positivo, se dio la vuelta a media sesión, afectada por las previsiones sobre la recuperación de la Reserva Federal estadounidense.
Además, el anuncio del Gobierno español de que finalmente no se efectuará la subida del recibo de la luz prevista para julio motivó la caída de las eléctricas cotizadas.
El Ibex encadenó tres sesiones consecutivas a la baja y se situó en 9.586,50 puntos.
Al final de la semana, el selectivo cerró en 9.535 unidades, por lo que su caída en 2010 alcanza el 20,14 por ciento, en una sesión de volatilidad caracterizada por el descenso de las eléctricas ante la decisión del Gobierno y el PP de firmar un pacto de Estado para la energía.
Los analistas han dado la semana por perdida y esperan con anhelo la reunión del G-20 que se celebra este fin de semana en Toronto y a las medidas que en esta cumbre se puedan tomar respecto a la regulación financiera.
Respecto a la situación internacional, las miradas están puestas en el euro, ya que se interpretaría como una buena señal que aguantase por encima de 1,23 y que el diferencial del bono alemán con el español no se ensanche mucho.
Por otra parte, los precios de importación en Alemania han aumentado más de lo previsto, lo que podría presionar las rentabilidades al alza.
Entre las principales plazas europeas, Londres bajó el 3,89%; Fráncfort, el 2,35%; París, el 4,54%, y Milán, el 1,29%.
En cuanto a la evolución de los principales valores del mercado nacional, los integrantes del Ibex-35, todos registraron pérdidas excepto Acciona, Grifols, Mapfre y Sacyr Vallehermoso.
Las eléctricas lideraron las pérdidas, encabezadas por Red Eléctrica (11,97 por ciento), e Iberdrola (8,17 por ciento), mientras que el Banco Popular sufrió a su vez una bajada del 9,60 por ciento.
Del resto de los grandes valores, Repsol bajó el 3,05 por ciento; Santander, el 5,11%; BBVA, el 5,80%; Endesa, el 4,85%, y Telefónica, el 3,05%.
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