
Río de Janeiro, 8 jun (EFE).- La economía brasileña creció un 9,0% en el primer trimestre del año en comparación con el mismo período de 2009, su mayor expansión histórica para el período, pero el propio Gobierno espera una desaceleración en los próximos meses ante la imposibilidad de mantener un "ritmo chino" de crecimiento.
El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) fue el más alto desde 1995 en la comparación entre los mismos trimestres, aunque frente al último trimestre de 2009 la expansión fue menor, del 2,7%, según los datos divulgados hoy por el Gobierno.
Las cifras confirman que, con un crecimiento anualizado equivalente a cerca del 11,2%, Brasil no sólo se recuperó de la contracción del 0,2% que sufrió en 2009 como consecuencia de la crisis mundial sino que, como afirman los economistas, ya crece al ritmo de China y de otros grandes países emergentes.
Pero esos mismos economistas alertan que la mayor economía de América Latina no tiene condiciones de mantener ese fuerte ritmo de expansión por sus propias debilidades en infraestructura y, como el Gobierno, prevén una desaceleración para los próximos meses.
"Para el segundo trimestre ya hay datos de desaceleración. El crecimiento del año va a ser alto, pero esa tasa es decreciente", dijo hoy en un comunicado el ministro de Hacienda, Guido Mantega.
El ministro aseguró que, como el Gobierno ya comenzó a desmontar las medidas que había adoptado para hacer frente a la crisis, principalmente las exenciones tributarias, la demanda debe caer en los próximos meses.
"Otro factor que ayudará a la desaceleración es la crisis europea, que disminuye las posibilidades de crédito para la economía brasileña y dificulta la renegociación de la deuda de las empresas, además de dificultar la apertura de capital", dijo.
El funcionario aclaró que, con esas perspectivas, lo más probable es que Brasil termine este año con un crecimiento de entre el 6,0 y el 6,5%. Los economistas del mercado calculan que la expansión en 2010 será del 6,6%.
"La trayectoria es de un crecimiento moderado. Nos dirigimos hacia un crecimiento sustentable", dijo Mantega al recordar recientes declaraciones del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el sentido de que es preferible para Brasil un ciclo de crecimiento sostenido de varios años que picos de expansión.
El ministro de Planificación, Paulo Bernardo de Souza, aseguró por su parte que el Gobierno no quiere trabar el crecimiento sino garantizar que sea sustentable.
Agregó que pese a que lo ideal este año sería una tasa de crecimiento cercano al 5%, será difícil que quede abajo del 6% por el vigor que ha mostrado la economía.
El ministro de Hacienda aclaró que, de cualquier forma, el resultado del primer trimestre muestra que Brasil fue uno de los países que más rápido se recuperó de la crisis.
"Estoy muy satisfecho con ese resultado. Fue más de lo que esperaba. Muestra que la economía brasileña tuvo una de las mejores recuperaciones del mundo", afirmó Mantega, quien subrayó que a nivel internacional sólo China ha tenido un crecimiento de esa magnitud.
Brasil, que siempre fue cuestionado por no crecer al ritmo de los otros grandes emergentes, alcanzó en el primer trimestre una expansión próxima a la de China en el período (11,9%) y superior a las de Rusia (4,5%) e India (8,6%), países que integran el llamado grupo de los BRIC.
Además de la prevista reducción de la demanda, el crecimiento brasileño también tiende a desacelerar en los próximos meses por su incapacidad de mantener el actual ritmo de expansión, según los economistas.
"El resultado del primer trimestre muestra que la economía brasileña se recupera con exuberancia, pero lo que hay que cuestionar es si el país soporta ese ritmo", asegura el economista Rogerio Sobreira, profesor de la Fundación Getulio Vargas.
"Tenemos que plantearnos un debate sobre nuestro potencial de expansión debido a que hay un riesgo de inflación y de agotamiento de la capacidad instalada. Mantener ese ritmo sin presionar los precios es imposible. La economía brasileña no está preparada para crecer a ritmo chino", dijo.
Según Sobreira, para crecer a ese ritmo Brasil necesita elevar su porcentaje de inversión con respecto al PIB del actual 18% a más del 22% y aumentar significativamente su inversión en infraestructura y en capacitación de la mano de obra.
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