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Los catalanes recuperan la cocina casera con la crisis

Barcelona, 2 jun (EFE).- La crisis económica ha empujado a los catalanes a comprar productos básicos para luego cocinarlos en casa y recuperar así la cocina casera, dejando de lado los alimentos precocinados, según revela un estudio del Foro Interalimentario, que confirma que tiempo y dinero son determinantes en la alimentación.

"Ante tiempos difíciles, el consumidor se comporta de manera racional", algo que "ni los políticos ni los medios acabamos de saber hacer", ha observado el conseller de Agricultura, Joaquim Llena, durante la presentación del estudio que se ha elaborado a partir de entrevistas a cincuenta familias catalanas.

El estudio, un análisis de los estilos de vida de los consumidores y de los factores que pueden afectar la alimentación, se ha hecho para "tomarle el pulso a la sociedad, debido a los cambios tan importantes de los últimos tiempos", ha explicado a Efe el presidente del Foro Interalimentario, Ramon Calbet.

Así, el estudio saca a la luz los cambios más importantes en los hábitos alimentarios de las familias catalanas en los últimos tiempos y revela que tiempo y dinero son determinantes para la alimentación: "A menos tiempo, más dinero, y a menos dinero, más tiempo" dedicado a comprar, consumir y cocinar, según Calbet, que ha destacado que "el dinero compra tiempo" y viceversa.

Por otro lado, del total de los gastos que las familias catalanas han recortado, la alimentación es donde menos se han reducido y, por lo tanto, gana peso porcentual en el presupuesto familiar.

Mientras las familias que han visto menguar sus ingresos como consecuencia de la crisis han moderado y racionalizado su gasto en alimentación, "la gente que no ve afectados sus ingresos igualmente ahorra y disminuye sus gastos", según el director de investigación de mercados del Instituto Cerdà, encargado de elaborar el estudio, Agustí Filomeno.

El estudio muestra que, a pesar de la crisis, las familias no olvidan la calidad del producto y toman como referencia la dieta mediterránea que, según ha explicado Filomeno a los empresarios del sector que han asistido a la presentación del estudio, debería "ser un referente a la hora de diseñar productos".

En este sentido, la calidad del producto y sus repercusiones sobre la salud es otro de los temas que tienen en cuenta los consumidores, algo que el estudio pone de manifiesto al detectar que las familias con niños, personas mayores o enfermas ponen más atención a su dieta.

"En el caso de las familias con hijos, está el factor psicológico de ser buenos padres -ha explicado Filomeno a modo de ejemplo- compran productos mejores, dedican más tiempo a cocinar y menos en comer fuera".

Uno de los resultados más sorprendentes del estudio ha sido constatar el aumento del número de hogares que se preocupa por el origen de los productos: "Hemos superado la etapa de preocupación por la seguridad alimentaria", ha dicho el conseller Llena, que ha destacado que ahora la preocupación se centra en "cómo se hace un producto y en si respeta el medio ambiente".

Según Llena, hace unos años cuidar la alimentación era algo que sólo se hacía en caso de problemas de salud, pero hoy la buena alimentación "es un factor que se anticipa a la enfermedad" y ha recordado que la innovación es esencial en un sector clave de la economía catalana: "La innovación no es hacer un iPad, es cortar una lechuga y meterla en una bolsa", ha manifestado el conseller.

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