Sólo cinco países de la zona euro situarán por debajo del 60% su deuda pública en 2010, cumpliendo así el criterio de Maastricht
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
España, después de Luxemburgo e Irlanda, tendrá el menor nivel de deuda pública en relación al PIB de todos los países de la zona euro en 2010, según datos de la OCDE recogidos por el Instituto de Estudios Económicos (IEE).
En concreto, la deuda pública española se situará en el 35% del PIB en 2010, porcentaje que sólo mejorarán Luxemburgo, con un 6%, e Irlanda, con un 27%. La media de la Eurozona se situará en el 72% del PIB, más del doble que el promedio español.
Además, España es, junto con Bélgica y Grecia, uno de los países que más reducirá su nivel de deuda pública entre 2005 y 2010, al pasar del 50% del PIB al 35% cinco años después, 15 puntos menos. Por su parte, tanto Bélgica como Grecia reducirán este nivel 16 puntos en el mismo periodo, pero se mantendrán en términos absolutos muy por encima del nivel de España, con un 79% y un 108%, respectivamente.
ITALIA TENDRA LA MAYOR DEUDA PUBLICA.
En el conjunto de los países de la zona euro, el nivel de deuda pública se reducirá siete puntos, desde el 79% del PIB en 2005 al 72% en 2010, un porcentaje considerado todavía muy elevado. La OCDE señala que el principal problema de la Eurozona se plantea en Italia, donde no se prevé reducción alguna, pese a que su deuda pública se situará en el 120% del PIB en 2010, la tasa más alta de todo el área.
A continuación, aparece Grecia, con una deuda del 108% del PIB ese mismo año, seguida de Bélgica (79%), Portugal (75%), Francia (72%), Alemania (67%), Austria (66%), Países Bajos (51%) y Finlandia (42%).
En general, todos los países reducirán en este periodo su nivel de deuda pública, salvo Italia, que se mantendrá estable (120% del PIB) y Portugal, que incrementará su nivel en tres puntos, hasta el 75% de su riqueza nacional.
De esta forma, únicamente Luxemburgo (6%), Irlanda (27%), España (35%), Finlandia (42%) y Países Bajos (51%) cumplirán en 2010 con el criterio de deuda pública establecido en el Tratado de Maastricht, que fija que esta variable debe situarse por debajo del 60% del PIB nacional.