Bolsa, mercados y cotizaciones

Dificultades

Raimundo Diaz

Madrid, 26 may (EFECOM).- La bolsa española acabó la semana con una bajada del 0,1 por ciento por la recogida de beneficios emprendida por los inversores después de que el mercado alcanzara máximos históricos.

Tras subir el miércoles hasta 15.223,90 puntos, la cotización más elevada de su historia, los inversores apostaron por materializar alguna de las plusvalías acumuladas desde el comienzo de año.

Ayudaron a tomar esta decisión el encarecimiento del petróleo, que se aproximó a 72 dólares por barril por el miedo a que los Estados Unidos de América (EE.UU.) emprendan una guerra contra Irán.

Esta semana se ha sabido, según la Agencia Internacional de la Energía Atómica, que Irán continúa produciendo combustible nuclear, con lo que podría disponer de armas atómicas en un plazo de cinco años.

El mercado optó también por el repliegue, que se materializó en cuatro de las cinco sesiones de este período, por las dificultades que encontraba en instalarse con comodidad en el terreno de máximos históricos, situado inicialmente alrededor de 15.100 puntos.

En las dos primeras sesiones de la semana los inversores se dedicaron a tantear el anteriormente citado nivel, pero por un motivo u otro, debilidad del determinante sector bancario o falta de atrevimiento, fueron incapaces de superarlo con creces.

Tenían a su favor las noticias empresariales que llegaban de Wall Street -Texas Pacific Group y Goldman Sachs anunciaron la compra de la telefónica Alltel- o la confirmación de la pujanza de la economía germana -mejora de la confianza inversora-.

Las dificultades iniciales se solventaron el miércoles, cuando la bolsa, animada por el empuje de las plazas internacionales, el renacer de las empresas de telecomunicaciones, un poco olvidadas en el engorde general de las cotizaciones, y de los bancos, se trasladó al cierre hasta el máximo anual.

Las dos últimas sesiones de la semana estuvieron dedicadas enteramente a la recogida de beneficios, pues el contacto de los hombres con los dioses, como en la mitología griega, no acarrea más que inconvenientes.

Además, parecía que existía una mano invisible que se encargaba de que el mercado no pudiera medrar más, pues se conocían datos del mercado inmobiliario estadounidense que hacían presagiar problemas y el alarde de la marina de este país frente a las costas de Irán.

Así, los inversores iniciaron un repliegue y de las principales empresas de la bolsa española, las treinta y cinco compañías que componen el índice Ibex-35, subieron tantas como bajaron, diecisiete, y una repitió cotización.

La mayor caída de la bolsa correspondió a NH Hoteles, que cedió el 3,94 por ciento, mientras que Metrovacesa, que próximamente acometerá la escisión de la compañía, bajó el 33,43 por ciento y Sogecable, el 2,56 por ciento.

Acciona, animada por un informe de un firma de inversión, logró el principal ascenso del mercado, el 6,66 por ciento, mientras que Acerinox, por similar motivo y por las especulaciones sobre la fusión de empresas del sector a nivel internacional, el 5,54 por ciento, en tanto que ACS subió el 1,99 por ciento.

De los grandes valores, sólo subieron Iberdrola, el 1,44 por ciento, que anunció que sacará a bolsa una participación de su filial de energías renovables Iberenova, y Telefónica, que se revalorizó el 0,54 por ciento.

Bajaron Repsol, el 1,35 por ciento; BBVA, el 1,01 por ciento, tras anunciar nuevos planes de expansión y cuantiosas inversiones en tecnología; Banco Santander, el 0,58 por ciento y Endesa, el 0,35 por ciento.

La próxima semana, en la que el Ibex partirá de 15.053,20 puntos, y será festivo en algunos mercados europeos y en el estadounidense, el mercado estará pendiente de los datos de actividad en Europa y EE.UU., así como de los datos de paro en Alemania o de la confianza del consumidor estadounidense. EFECOM

jg/pvr

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