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Economía/Congreso CES.- Barroso defiende un modelo socioeconómico europeo "sólido" y "flexible" ante los cambios

SEVILLA, 21 (EUROPA PRESS)

El presidente de la Comisión Europea, Juan Manuel Durao Barroso, defendió hoy que el modelo socioeconómico europeo debe ser "sólido para ofrecer seguridad y flexible para adaptarse" a los cambios, y abogó por "situar el potencial humano en el centro de nuestros esfuerzos".

Durao Barroso, que intervino en la inauguración del XI Congreso de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), sostuvo que este modelo de "flexiseguridad" ha dado resultado en los países nórdicos y puede funcionar en Europa "si queremos mantener nuestro modelo social".

Tras apuntar que Europa se encuentra en "un momento de cambio y de oportunidad", apostó por introducir reformas que posibiliten una adaptación a la nueva realidad económica desde la fidelidad "a los principios de economía social de mercado" y sin renunciar a la solidaridad entre las regiones que ha regido en la UE.

El mandatario destacó que Europa se encuentra en un "momento de oportunidad" porque su economía está "en auge", con una previsión de elevar su crecimiento, de crear nueve millones de empleos entre 2006 y 2008, de los que seis millones corresponden a la zona euro, y de reducir el desempleo hasta el 6,7%.

"Todo ello alimenta un camino creciente de optimismo", subrayó Durao Barroso, que mantuvo que "los adelantos se consiguen cuando la gente tiene confianza".

En este sentido, consideró que existe "miedo al cambio", pero advirtió de que el ritmo económico no se va a ralentizar sino que se acelerará porque la ciencia y la tecnología "avanzan con rapidez".

"El cambio es la norma, no la excepción", recalcó el presidente de la Comisión Europea, que remarcó que éste constituye una "fuente de dinamismo y no de amenaza".

Para lograr la adaptación de los instrumentos comunitarios a nuevas situaciones, señaló que la Comisión Europea elaborará un inventario de la realidad de todos los países miembros, para lo que consideró importante la contribución de las organizaciones sindicales.

APERTURA DE LA ECONOMIA

De otro lado, Durao Barroso apostó por aprovechar las ventajas de la mundialización, y apuntó que la UE "tiene que seguir siendo la fuerza motriz de la apertura de la economía".

"Queremos apoyar modelos de apertura, que no arriesguen el mercado interior ni el modelo social europeo", destacó el presidente de la Comisión, que abogó por una "Europa que proteja, pero que no sea proteccionista, una Europa de la cohesión", para lo que consideró necesario "crecimiento y una Europa abierta". En su opinión, cerrar el continente implica "reducir sus posibilidades económicas y va en detrimento del empleo".

También lamentó que haya quien culpe a Bruselas de la nueva competencia de China, de las deslocalizaciones y de la llegada de trabajadores inmigrantes, pero defendió que "los inmigrantes hacen que la economía sea más abierta", y que diversos estudios apuntan a que la mayor parte de las reestructuraciones empresariales son internas y sólo un 7% son "deslocalizaciones de verdad".

"El cambio trae consigo ganadores y perdedores y éstos no merecen que Europa se encoja de hombros", dijo antes de recordar que propuso un Fondo de Ajuste como medida comunitaria para adaptarse a la globalización que pretende acompañar otras medidas nacionales.

Tras considerar injusto que algunos políticos a nivel nacional "hagan recaer sobre Europa problemas que no se atreven a resolver", remarcó que los interlocutores sociales y las empresas tienen que asumir su responsabilidad y apostó por una "distribución justa de los esfuerzos y de los beneficios del crecimiento".

En relación con el modelo de "flexiseguridad", el presidente de la Comisión dijo que "no resulta fácil" en la UE actual, integrada por 27 países con "muy distinta" calidad de vida, establecer un modelo social totalmente unificado, pero incidió en que "hay que hacer que se haga realidad esta vocación social europea".

Además, recordó que Bruselas está preparando una directiva que establece sanciones penales contra aquellos que contraten a trabajadores inmigrantes en estancia irregular en la UE, y subrayó que "no se puede aceptar el 'dumping' social", tras lo que apostó por "fortalecer el respeto a los derechos fundamentales".

"IGUALACION AL ALZA"

"No habrá igualación de derechos a la baja, sino igualación al alza", según indicó Durao Barroso, que incidió en que el objetivo de Bruselas se centra en lograr el progreso social de los nuevos Estados miembros a través de una "equiparación al alza", como ocurrió cuando se adhirieron España y Portugal.

El progreso social de Europa, agregó, no se producirá con un crecimiento rápido como el asiático, ni como en las sociedades capitalistas "avanzadas", sino que será a través de una "economía abierta y una sociedad abierta".

Según aseguró, las reformas económicas de la Cumbre de Lisboa han contribuido a relanzar la economía y el empleo, pero "subsisten problemas graves", ante los que volvió a defender la necesidad de introducir reformas.

También respaldó "los valores y las normas" de la Carta de Derechos Fundamentales porque "es el modelo social que queremos ver reflejado en el tratado".

Durao Barroso alabó la labor de los sindicatos y valoró que "siempre hayan sido fieles en la lucha contra el nacionalismo, la exclusión, el racismo y la xenofobia, así como en la defensa de la libre circulación de trabajadores".

Concluyó su intervención remarcando que "la idea de la solidaridad es fundamental ante los retos de futuro", entre los que citó el cambio climático, Africa y la cohesión social.

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