
Gonzalo Robledo
Tokio, 20 may (EFECOM).- El optimismo generado en la reunión de ministros de Finanzas del G8 en Alemania estará presente esta semana en la bolsa de Tokio pero será neutralizado por factores de riesgo, como la contracción del consumo en Estados Unidos.
El índice Nikkei cedió un 0,87 por ciento semanal al cierre del viernes pasado y se situó en los 17.399,58 puntos, presionado en parte por el anuncio de que el Producto Interior Bruto japonés del primer trimestre de 2007 no alcanzó las previsiones de los expertos.
El PIB de enero a marzo creció un 2,4 por ciento en términos anuales, unos 0,3 puntos porcentuales menos de lo esperado por el consenso de los economistas.
La subida, sin embargo, enfatizó la firmeza del consumo, que avanzó un 0,9 por ciento por segundo trimestre consecutivo y confirmó la oferta laboral estable de una economía ayudada por muchas multinacionales con grandes beneficios en el último año fiscal.
La contracción del consumo en Estados Unidos, el principal mercado de las exportaciones japonesas, no dejará de influir las decisiones de los inversores esta semana.
Pero se espera que las negociaciones de la bolsa de Tokio se inicien el lunes en medio de la tónica positiva originada en la reunión de los ministros financieros del grupo de los siete países más industrializados y Rusia (G8).
Los responsables financieros reafirmaron el sábado pasado la percepción de que la economía mundial está estable y de que el riesgo de la inflación ha disminuido.
El comunicado emitido al final de los dos días del encuentro, que tuvo lugar en la ciudad alemana de Postdam, afirmó que el crecimiento mundial "permanece fuerte y es más balanceado en todas las regiones".
Pese a que en la reunión estuvieron ausentes los responsables de Finanzas de Estados Unidos y Francia, sus colegas del Reino Unido, Canadá, Alemania, Italia, Japón y Rusia, advirtieron del riesgo que implica la volatilidad de los precios de la energía.
Debido a que estuvieron ausentes los gobernadores de los respectivos bancos centrales, el G8 no mencionó la situación de las divisas y se espera que esta semana no haya presión sobre el yen, que sigue débil frente al dólar.
El yen depreciado frente al dólar y al euro generó en el año fiscal 2006 unos 610.000 millones de yenes (5.080 millones de dólares) en beneficios por operaciones en ocho de los principales fabricantes automovilísticos japoneses.
La divisa nipona, que al final de la semana pasada se negociaba en 121,29 yenes frente al dólar y 163,74 yenes respecto al euro mientras que, en el pasado ejercicio era de 117 yenes por dólar y 150 yenes por un euro.
Dentro de los anuncios económicos factibles de influir en el ánimo inversor figuran las ventas de los supermercados para abril y el consumo de petróleo de marzo, que se darán a conocer el lunes.
Entre el martes y el miércoles el Banco de Japón publica el memorándum de sus reuniones monetarias de abril y grupos financieros como el Mizuho Financial y el Mitsubishi UFJ Financial anuncian sus resultados financieros para el año 2006.
El jueves el sector del motor estará atento a la proyección del mercado del acero para este año durante la conferencia de prensa de Hajime Bada, presidente de la Federación de empresas de Hierro y Acero.
La percepción de que las exportaciones japonesas a los mercados emergentes compensarán los descensos hacia Estados Unidos, ayudarán a mitigar el efectos de las fluctuaciones de Wall Street y permitirán que el Nikkei avance firme en su rumbo hacia los 18.000 yenes que pronostican los analistas más moderados. EFECOM
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