Bolsa, mercados y cotizaciones

Banco Santander, 150 años tras la misma idea: ser el número uno

Virginia Zafra

Madrid, 14 may (EFECOM).- El Santander cumple un siglo y medio de historia, 150 años en los que ha sido siempre fiel a la misma idea y el mismo objetivo: ser el primero y el más grande. Muchas son las veces que ha conseguido estas metas en esta larga vida pero todavía le quedan otras tantas por delante.

Desde que inició su andadura el 15 de mayo de 1847 con un capital de cinco millones de reales (7.513 euros), el Santander ha pasado de ser el primer banco cántabro al más grande de la zona euro, además del mayor de España y la primera franquicia financiera de Iberoamérica.

Para llegar hasta aquí, el grupo ligado a la saga de los Botín ha ejecutado numerosas compras, ha absorbido a muchos de sus principales rivales y ha sido pionero en las grandes fusiones nacionales y en las compras transfronterizas europeas.

Bajo la denominación que a partir del 23 de junio será únicamente Banco Santander S.A. están entidades como el Hispanoamericano, el Español de Crédito -Banesto-, el Central, el Banco de Ávila, el Banco Mercantil, el Abbey, el Totta o Banespa.

Pero su presidente, Emilio Botín, tiene una idea en la cabeza que deja muy clara su filosofía y explica por qué es el primer banquero de España: hay que seguir creciendo y "el único límite es el cielo".

Es precisamente esta forma de pensar la que le ha llevado a involucrarse recientemente en la dura puja por el gigante ABN Amro, con la que conseguiría, de salir victorioso, la segunda plaza del mercado financiero brasileño y un importante lugar en la banca minorista italiana, que hasta ahora se le ha resistido a las entidades españolas.

Mientras se dilucida esta operación, el banco caracterizado por el color rojo y la llama celebrará su 150 aniversario con las credenciales de ser en torno al duodécimo banco del mundo por capitalización bursátil, el séptimo por beneficios y la entidad con la mayor red de distribución minorista del mundo occidental: 10.978 oficinas.

Su historia comenzó en el bienio liberal español, a raíz de la promulgación de la Ley General Bancaria, que propició la creación de varias decenas de bancos en España, a los que se otorgaban beneficios fiscales a cambio de financiar la construcción del ferrocarril.

El nacimiento de esta entidad estuvo en manos de la reina Isabel II, quien firmó el 15 de mayo de 1857 en el Palacio Real de Madrid el decreto que autorizó a 72 hombres de negocios la creación de un banco de emisión de moneda y descuento en la ciudad de Santander.

Tras estar centrado los primeros años en el negocio ligado a la industria de la región, así como al comercio entre el puerto de Santander e Iberoamérica, la entidad vivió un intenso desarrollo entre 1900 y 1919, años en los que duplicó su balance, amplió su capital hasta los diez millones de pesetas y consiguió el medio millón de beneficios.

En 1920 se produjo un hecho crucial para su historia: Emilio Botín y López accedió a la presidencia de la entidad y unió definitivamente ese apellido a los designios del grupo.

Posteriormente, en 1950, ocupó ese puesto su hijo, Emilio Botín Sanz de Sautuola y López, a quien tras 36 años en el cargo también sustituyó su hijo, el actual presidente, Emilio Botín Sanz de Sautuola y García de los Ríos.

En el periodo que transcurre entre 1919 y 1939, el banco sufrió una importante transformación: trasladó su sede social al Paseo de Pereda -donde todavía continúa-, fundó el Banco de Torrelavega y puso en pie una modesta red de sucursales en la provincia y fuera de ella.

Dio su salto a Madrid en 1942, con la adquisición del Banco de Ávila, y cuatro años más tarde, con la compra del Banco Mercantil de Santander, inició la estrategia de absorber a los rivales que más tarde ha repetido en varias ocasiones.

Apenas un año después, amplió su presencia al extranjero, con la inauguración de la primera oficina de representación en América, en La Habana (Cuba), a la que siguieron otras en Argentina, México y Venezuela, y también un despacho en Londres.

En 1957, cuando cumplió su centenario, se había convertido en la séptima entidad financiera de España, por detrás del Bilbao, el Vizcaya, el Central, el Hispanoamericano, el Español de Crédito y el Popular.

La modernización y la expansión definitiva del grupo llegaron de la mano del actual presidente, que accedió al cargo el 19 de noviembre de 1986, después de haber entrado en 1960 en el Consejo de Administración y de haber sido nombrado director general en 1967 y consejero delegado en 1977.

En sus más de 20 años de presidencia, consiguió ganar la puja para hacerse con Banesto en 1994, acometió la primera gran fusión bancaria de la zona euro al unirse al Central Hispano en 1999 y ejecutó la mayor compra trasnacional europea hasta ese momento al hacerse con Abbey en 2004, entre otras grandes operaciones.

Además, en el negocio puro, en 1980 lanzó la "Supercuenta Santander" y revolucionó el mercado financiero español, algo similar a lo ocurrido en 2005 con la estrategia "Comisiones 0".

Si hace 27 años obligó a todas las entidades a remunerar los depósitos de los clientes, ahora les ha hecho retroceder en su estrategia de cobrar más por sus servicios.

Pero en esta carrera, Botín también ha encontrado obstáculos y ha realizado operaciones que no han dado los frutos deseados, como la adquisición de Patagon por 90.000 millones de pesetas.

Los principales problemas se los ha causado el ex consejero de Banesto Rafael Pérez Escolar, quien le ha interpuesto una treintena de pleitos y ha conseguido sentarle en el banquillo en dos ocasiones: por las cesiones de crédito y por las jubilaciones millonarias cobradas por el ex copresidente del grupo, José María Amusátegui, y el ex consejero delegado Ángel Corcóstegui. En ambos casos quedó absuelto.

Tras más de 20 años en el cargo, Botín está al frente de una entidad multinacional con presencia en 40 países, 69 millones de clientes, 130.000 empleados, 10.978 oficinas y un valor bursátil de 83.557 millones de euros.

El futuro está por escribir pero el Santander parece llamado a seguir dirigido por la familia Botín durante mucho tiempo y, sobre todo, a seguir escalando posiciones en la banca mundial. Sus opciones más inmediatas pasan por conseguir la compra de parte de ABN Amro y por hacerse con el 75 por ciento que le falta del estadounidense Sovereign. EFECOM

vzl/mdo

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky