Barcelona, 30 abr (EFE).- El órdago lanzado ayer por el Parlament para forzar la renovación del Tribunal Constitucional (TC) antes del fallo sobre el Estatut ha acabado hoy por enturbiar y tensionar las relaciones entre el PSC y el Gobierno del PSOE, a raíz de unas declaraciones del conseller catalán Antoni Castells.
El responsable de Economía y dirigente del ala más catalanista del PSC, Antoni Castells, ha realizado una firme defensa del presidente catalán, José Montilla, y de la resolución parlamentaria que ha liderado, y ha apuntado directamente al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por su tibia defensa del Estatut.
Castells ha abogado por sumar los 25 diputados del PSC en el Congreso al frente común catalán en contra de los recortes al texto estatutario bajo un lema que ha recordado el último congreso de los socialistas catalanes: "Para el PSC es más importante Cataluña que nuestra vinculación con el PSOE".
Dos años antes, Montilla proclamó ante Zapatero en el congreso del PSC: "Los socialistas catalanes te queremos bien, te queremos mucho, pero aún queremos más a Cataluña y a sus ciudadanos, los queremos apasionadamente, nos debemos a ellos, nos debemos a sus ciudadanos, a sus problemas, a sus expectativas, a su justas demandas, a su cultura, a su lengua y a su Estatut, que vamos a defender con todas nuestras fuerzas".
En declaraciones a Catalunya Ràdio, Castells ha afirmado hoy: "Me sorprende, me produce una cierta estupefacción ver a veces la forma en que Zapatero habla de este tema como si no fuese con él. Éste es el Estatut que ha salido de la mayoría parlamentaria que él encabeza en el Congreso de los Diputados. Me gustaría ver el mismo entusiasmo en defender el Estatut que tenemos nosotros".
Las afirmaciones de Castells han causado malestar en el Gobierno central, desde el que se ha pedido lealtad institucional al conseller, que destacó por ser un duro negociador del nuevo sistema de financiación autonómica.
En público, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se ha limitado a asegurar que "respeta pero no comparte" la resolución del Parlament, que pide modificar la ley del TC, renovar el tribunal y que éste se declare incompetente para dictaminar sobre el Estatut.
Las duras declaraciones de Castells contra Zapatero han sido arropadas en Cataluña por otro conseller, el de Educación, Ernest Maragall, alineado también con el sector catalanista del PSC, así como por los líderes de CiU, Artur Mas, y de ICV, Joan Herrera.
Artur Mas ha apoyado la reclamación del conseller, aunque ha recordado que Pasqual Maragall ya fracasó en su intento de que el PSC fuera autónomo del PSOE en el Congreso.
Joan Herrera ha coincidido con Castells y ha criticado la "inacción" de Zapatero porque los catalanes "no nos podemos permitir" su actitud impasible ante un TC que "degrada su imagen cada día que pasa" y continúa sin dictar la sentencia.
Algunas fuentes socialistas han admitido a Efe que Castells ha sido demasiado duro al lanzar reproches directos a Zapatero ya que han recordado que Montilla auguró en el Parlament que se conseguirá -y eso sólo se puede hacer con el PSOE- modificar la ley del TC.
En todo caso, dos dirigentes muy próximos a Montilla, salidos de la nueva generación del PSC que empiezan a ocupar más espacio ante los medios de comunicación, han sido también contundentes.
La secretaria del gobierno catalán y responsable de desarrollo estatutario del PSC, Laia Bonet, ha afirmado que su partido "hará lo que sea" para defender el Estatut.
"El objetivo del PSC no es ir a romper con el PSOE (con el que comparte grupo en el Congreso), sino defender el autogobierno y esto tiene un nombre, que es el Estatut (...) Y para ello hará lo que sea", ha subrayado Bonet, que no obstante ha dejado claro que el PSC quiere "convencer" al PSOE de la necesidad de renovar ya el TC.
Por su parte, el director de campaña del PSC, Jaume Collboni, ha afirmado que "no es lo más prudente del mundo" que el presidente del Gobierno español se desplace ahora a Cataluña para apoyar a los socialistas catalanes de cara a las próximas elecciones autonómicas.